Por: Emiliano López
En México a esta fecha la conocemos como la Nochebuena, ya que todos estamos en espera de la Navidad, la cual se celebra un día después (el 25 de diciembre). ¿Pero por qué esperamos tanto este día? ¿Por qué es tan importante esta fecha?
Bueno, resulta que, por costumbre, por religión o por una cuestión cultural también, los mexicanos festejamos en familia y con las personas más cercanas a nosotros, el nacimiento del niño Jesús, ya que es para muchas personas en México, un símbolo de amor hacia todos. ¿Pero cómo lo celebramos?
Tenemos la costumbre de que desde días previos al 24 de diciembre se celebren pastorelas, obras teatrales en las que se representa la historia del nacimiento de Jesús y las populares posadas, en las que se realiza la procesión de los peregrinos María y José cantando letanías y rezándose el rosario. Posteriormente se rompen las piñatas y se disfrutan de los mejores ponches, buñuelos y tamales o la comida típica de cada región de México.
El día 24, por lo general todos tenemos una velada familiar (cena) y con amigos, ya que el 25 festejamos el nacimiento de Jesús.
Así es como los mexicanos celebramos al niño Jesús, con una gran fiesta, con cantos, bailes, alegrías, comidas y bebidas, etc. La verdad es que se puede experimentar un sentimiento especial estos días… unión y agradecimiento.
Aunque las costumbres generalmente varían de un país a otro, es bastante habitual y común que durante esa noche la familia se reúna para cenar e intercambiarse regalos. También es común que se entreguen aguinaldos rellenos de colaciones y frutas.
Todo el mundo se alegra de festejar al niño Jesús, por eso se reúnen, se olvidan muchas veces diferencias, enojos, envidias, ya que el sentimiento de felicidad es mayor y las personas se unen para un mismo fin la espera y llegada a este mundo del niño Jesús.
¿Y tú cómo festejas este día? Yo lo festejo cada año en casa, con mis papás, mi hermana, y mis abuelitos principalmente…pero en ocasiones nos reunimos toda la familia completa, tíos, tías, primos, primas, bisabuelos, etc.
Espero que disfrutes mucho esta fiesta y me cuentes en otra ocasión cómo te divertiste.
Por ahora me despido, está a punto de empezar la posada familiar y no quiero perderme de las piñatas.
Con mucho cariño, Emiliano.