Al compartir su expericia heroica con jóvenes becarios de la Fundación Telmex-Telcel, el capitán Chesley Burnett Sullenberger, quien tripulaba el avión Airbus A-320, que aterrizó de emergencia en el río Hudson, afirmó que la confianza y la valentía se pueden contagiar en momentos importantes de la vida.
La hazaña que logró tras salvar la vida de más de 150 pasajeros y su tripulación dio la vuelta al mundo, y ahora comparte sus experiencias para decirles que nada es imposible, mientras todo se realice con disciplina e innovación.
“En la aviación es un trabajo en equipo, así que todos los que íbamos en el vuelo de alguna manera aportamos algo, fue un evento tan traumático, en cuestión de segundos dos hombres se habían encontrado en una encrucijada tratando de salvar la vida de sus pasajeros y tripulación”.
Aquellas imágenes del 15 de enero de 2009 asemejaban a escenas de películas al ver un avión aterrizando de emergencia en uno de los ríos más importantes de Nueva York, pues varios pájaros se habían estrellado en los motores de la aeronave.
“No tenemos que pasar en la vida teniendo solo una habilidad, tenemos que seguir aprendiendo, tenemos que innovar, me tomó 40 años convertirme en un héroe de la noche a la mañana”.
En su mensaje a los jóvenes, les hizo un llamado para que siempre busquen un aprendizaje constante, “buscar siempre la excelencia, no basta ser siempre buenos”.
Compartió tres principales consejos al momento de enfrentar situaciones tan difíciles como: primero calmarme a sí mismo, control de estrés; el segundo, no estamos entrenados para un evento pero tenemos las herramientas para enfrentar la adversidad y como tercer consejo saber claramente lo que se tiene que hacer e ignorar el resto que puede distraer.
“Siempre estuve inspirado en la libertad de volar, en aquel momento simplemente me aseguré de cumplir con mis obligaciones profesionales, somos nosotros quienes tenemos que elegir lo que queremos hacer, comprometernos a resolver todos los problemas que podamos y jamás debemos ser complacientes con nosotros mismos”, apuntó el capitán Chesley.