Un primer impacto se presentó en el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), que hizo una reducción en las becas otorgadas a los alumnos aceptados, los programas de maestría y doctorado del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional (CIIDIR) Oaxaca.
Estos son programas de excelencia, están en el Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC). También existía el compromiso de otorgar becas de estudio a los aspirantes que aprobaran el proceso de selección y con el número de becas que otorgaron no fue posible.
Además, está en riesgo un fideicomiso con recursos concurrentes denominado “Fondo Mixto Conacyt-Gobierno del Estado de Oaxaca, con el propósito de apoyar proyectos científicos, tecnológicos y de innovación que atiendan problemas, necesidades y oportunidades estratégicas.
Y que contribuyan al desarrollo económico y social sustentable, a la vinculación, al incremento de la productividad y competitividad de los sectores productivos y de servicios, y al fortalecimiento y consolidación de las capacidades del sistema de ciencia, tecnología e innovación del estado de Oaxaca.
De acuerdo con investigadores consultados, el desarrollo científico y tecnológico en México enfrenta varios retos que van desde la inversión, la infraestructura, la vinculación de la academia con la industria, la divulgación y la cantidad de recursos humanos altamente capacitados.
Impactará en el sistema de evaluación de los investigadores, los esquemas de jubilación y hasta los tiempos y escenarios políticos tanto nacionales como internacionales.
Todos estos factores influyen para que se acelere o frene el avance en la investigación, el desarrollo y la innovación, y con ello que el país suba o no a la economía y sociedad del conocimiento.
Los principales centros de investigación reportaron que en el primer cuatrimestre del año ejercieron en promedio el equivalente a una tercera parte del total de su gasto de operación, según revelan informes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).