En aquella noche del 24 y madrugada del 25 de octubre de 2023, previo y tras el impacto del huracán ‘Otis’, se vivieron momentos críticos en la zona hotelera conocida como Diamante en el puerto de Acapulco, Guerrero.
El potente huracán de categoría 5 con rachas de hasta 330 kilómetros por hora (km/h), se intensificó en la franja costera a partir de las 23:00 horas, cuatro horas antes de lo previsto por las autoridades de Protección Civil y la Conagua que pronosticaban el impacto entre las 04:00 a 06:00 horas del 25 de octubre.
Pero las ráfagas de ‘Otis’ se aceleraron justo frente a las costas de Acapulco e impactaron antes de la medianoche, generando destrucción y temor entre las y los visitantes que se encontraban en los diferentes hoteles a orillas del mar.
Muchos huéspedes ya dormían y se habían refugiado en sus habitaciones, tal como lo recomendaban los trabajadores y encargados de los hoteles o bien invitaban a quienes se sentían inseguros al refugio en el hotel Pierre.
Las ventanas de algunas habitaciones no resistieron a los embates de los vientos huracanados y en cuestión de minutos cedieron ante la fuerza de la naturaleza, lo que obligó a los inquilinos a refugiarse en los baños; otros no tuvieron ni la oportunidad de llegar a sus habitaciones y se resguardaron en los baños del lobby del hotel.
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A la medianoche, entre las 00:20 y 01:00 horas del 25 de octubre, el ojo del huracán impactó con toda su fuerza en la zona Diamante de Acapulco, lo que se convirtió en los momentos más críticos para la sobrevivencia de los ciudadanos que se encontraban en la zona.
Ya viene el agua del mar, está entrando bastante agua, si logra llegar hasta el pasillo se resguardan en los baños y cierren las dos puertas para que no entre el agua, si les da tiempo suban al segundo nivel y aguanten hasta en el pasillo las ráfagas porque ya mero pasa esto”, eran las indicaciones de los trabajadores que en todo momento estuvieron apoyando a los huéspedes.
El temor de un posible avance de las olas que alcanzaban hasta 10 metros de altura, provocó temor entre los que se encontraban en el baño del lobby, por lo cual uno de los empleados se asomó al pasillo para verificar una posible inundación en la zona. “No es el mar, los diques están soportando, es el agua de la lluvia que ya está más fuerte”, avisó y entre los vientos había un ligero respiro.
El impacto de ‘Otis’ se prolongó hasta las 01:30 horas de la madrugada del 25 de octubre, en ese momento cedió un poco y dio oportunidad de reorganizarse para buscar nuevos refugios, tanto para los que se encontraban en el baño del lobby como para quienes se habían refugiado en los baños de las habitaciones.
Vengan, aquí los resguardo porque apenas viene otro impacto, los huracanes suelen tener un efecto de retorno”, advirtió una de los directivos del hotel, pero afortunadamente ese efecto volvió con menor intensidad tras más de dos horas de pesadilla.
Aquella noche fue una de las más largas y catastróficas que se hayan vivido en el puerto de Acapulco, Guerrero. El huracán ‘Otis’ dejó una gran experiencia para todas y todos que, en su momento, no dimensionaron la fuerza devastadora de un huracán categoría 5.
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Suman 48 víctimas
Hasta este lunes 30 de octubre, el gobierno de Guerrero reportó 45 personas fallecidas por el impacto del huracán, así como 47 personas que se encuentran como no localizadas, a lo que se suman daños incalculables en viviendas, carreteras y edificios que se ubican en toda la franja costera de la entidad.