El costo de la carne de res, pollo y cerdo ha registrado aumentos significativos en México, generando preocupación entre consumidores y expertos económicos. De acuerdo con un sondeo realizado por un medio de alcance nacional, algunos cortes de carne de res, como el diezmillo y el aguayón, se venden al consumidor por hasta 202 pesos el kilogramo, lo que representa un incremento de más del 6% en comparación con el año pasado.
INCREMENTO EN LOS PRECIOS
El Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) reveló que, aunque el precio del ganado para sacrificio ha disminuido un 6.2%, el costo de la carne en canal ha subido un 16.7% anual. Esta discrepancia sugiere que los intermediarios y comercializadores están absorbiendo márgenes de ganancia significativamente mayores, trasladando los costos al consumidor final.
El mercado porcino también ha visto un fuerte incremento en los precios. El costo del cerdo en pie ha aumentado un 40.1%, un salto considerable atribuido a problemas de producción relacionados con enfermedades como el síndrome reproductivo y respiratorio porcino y la diarrea epidémica porcina. Juan Carlos Anaya, director general del GCMA, señaló que este déficit en la producción está impulsando los precios al alza.
SECTOR AVÍCOLA TAMBIÉN AL ALZA
El sector avícola no se queda atrás. El precio pagado al productor de pollo vivo en granja aumentó un 15.4% en el último año, lo que se refleja en un aumento en el costo para el consumidor final. Además, los precios del huevo blanco y rojo al productor subieron un 32.5% y 34.9%, respectivamente, elevando el precio al consumidor a 44 pesos por kilogramo.
Este escenario de aumentos en los precios de los alimentos se ha visto reflejado en la inflación general de México, que alcanzó un 5.61% anual en la primera quincena de julio, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este es el tercer incremento consecutivo y la cifra más alta en 14 meses, desde mayo del año pasado.
LA INFLACIÓN NO SUBYACENTE
La inflación no subyacente, que incluye los precios de productos agropecuarios, registró un alza del 10.64% anual. Dentro de este grupo, los precios de frutas y verduras mostraron un aumento del 25.69%, el más alto desde agosto de 2017. Productos como el chayote (121.65%), el jitomate (81.27%), la cebolla (47.66%), la calabacita (43.18%) y la zanahoria (39.45%) han sido los más afectados.
Este aumento en los precios de los alimentos y otros bienes básicos subraya la presión inflacionaria que enfrenta México, afectando el poder adquisitivo de los consumidores y creando desafíos adicionales para la economía del país.