Con el inicio de la temporada de lluvias, también salieron las chicatanas, insectos voladores que se han convertido parte de la gastronomía típica de Oaxaca.
Al igual que los chapulines, desde los primeros días de junio, en las mesas de los restaurantes que se ubican en el Centro Histórico no puede faltar la salsa de chicatana, mientras que en las comunidades indígenas se consume enteras o en tacos, acompañados con sal y limón.
En la Central de Abasto se pueden conseguir en bolsitas de 50 gramos hasta en 80 pesos, mientras en las redes sociales los afortunados que han logrado recolectar estas hormigas voladoras, el kilogramo las comercializan hasta en mil 200 pesos.
En municipios como Putla Villa de Guerrero, su venta se mide mediante botes de un litro con un costo de 250 a 300 pesos, en tanto en localidades de la Costa como en Puerto Escondido, el mismo tamaño se vende hasta en 800 pesos.
Las chicatanas forman ya parte de la gastronomía típica de las comunidades indígenas, donde son consideradas como una alimentación nutritiva y saludable desde la época prehispánica.
En algunas regiones su consumo se realiza mediante diversos preparativos como en salsa o bien se tuestan en los comales y se consumen enteras, aunque también existen personas que las prefieren crudas.
En los restaurantes más importantes de Oaxaca, los chefs han comenzado a realizar otros preparativos como chicatanas en tamales, postres, así como en tostadas o mezclada con masa para las exquisitas tlayudas.
Entre las propiedades que se han encontrado en este insecto destacan su bajo nivel de grasa saturada, son antibacteriales y contienen un gran valor nutrimental.
Se estima que por cada 100 gramos de chicatanas, contiene 47.8 por ciento de proteínas, proporción similar a la carne de res, esto según datos de investigadores en Ciencias Biológicas.