El Nuncio Apostólico de México, Franco Coppola, reflexionó ayer en Santa Catarina Juquila que en estos tiempos de las redes sociales, que propician las redes de amistades, la sociedad siente más soledad y abandono.
Al oficiar la misa por los 300 años de la llegada de la virgen al Santuario de Santa Catarina, conminó a todos los asistentes en ayudar, al ser un pueblo privilegiado por tener a María como madre.
En la liturgia, se habló de que ella fue elegida para ser la madre del mesías quien lo asumió con nobleza y discreción, sin dejar de ayudar a los demás y tampoco se autocontempla. “Aprovechemos para aprender de ella, de María”, conminó.
Y es que reflexionó que en la actualidad la sociedad no siente la mirada con amor; en el tiempo en el cual hay mucha comunicación y muchos amigos en el mundo, hay sentimientos de soledad y abandono.
Acompañado del arzobispo de la Arquidiócesis, Pedro Vásquez Villalobos, expresó que “la virgen no se sentía así porque sabía que Dios la quería muchísimo”.
Así, en medio de la algarabía de la comunidad católica, en representación del papa Francisco, el Nuncio externó que fue el máximo pontífice quien determinó coronar a la virgen de Juquila por ser devoto de María y ella es la madre de México a quien los católicos, deben mirar y dejarse guiar.
Por eso, en el presbiterio donde estaba la imagen católica, el Nuncio Apostólico pidió aprovechar la fiesta y descubrir la protección de la virgen para refrendar la fe en la imagen católica.
Después de las celebraciones de ayer, culminaron las actividades por el 300 aniversario de la llegada de la virgen que fue el 30 de julio de 1719.
Después de la misma del mediodía del jueves, la imagen de la inmaculada, regresó a su nicho donde se encuentra habitualmente para ser venerada.