De Santa Cruz Nundaco, Tlaxiaco, Rosa Avelina no solo enfrenta la leucemia que padece su menor hijo de ocho años, sino también las lesiones y secuelas que su hija de 18 aún mantiene luego de haber sido agredida a balazos en septiembre del año pasado.
La mujer de 37 años de edad y ama de casa, decidió hace unos meses rentar un cuarto a unos metros del Hospital de la Niñez Oaxaqueña y del Hospital Regional de Alta Especialidad de Oaxaca (HREAO), donde sus hijos acuden de manera constante.
Giovanni, de nueve años de edad, tiene leucemia y acude al nosocomio desde hace poco más de un año para sus quimioterapias, esto al menos una vez al mes. Mientras, su hermana Raquel, de 18, va al Hospital regional para sus terapias de rehabilitación, luego de que fuera dada de alta después de haber permanecido en terapia intensiva.
Rosa Avelina señala que los tres dejaron su comunidad para mantenerse cerca de los hospitales, para evitar los constantes gastos que implican los viajes y mejor rentar un pequeño cuarto “que sale más barato” que el transporte.
En el caso de Giovanni, con la desaparición del Seguro Popular por la puesta en marcha del nuevo Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), Rosa señala que sí hubo cambios y por unas semanas resintió la falta de medicamentos y quimioterapias, como muchos más pacientes del nosocomio, que tuvieron que buscar recursos para cubrir los gastos en medicinas.
“Afortunadamente ya todo está un poco mejor para mi niño”, expuso, luego de lamentar que las quimioterapias generen constante debilidad al menor, que debe descansar y evitar viajes o traslados largos.
Para el caso de Raquel, de quien las autoridades de justicia no han dado con el exnovio que la agredió con un arma de fuego por negarse a regresar con él, Rosa señala que en el HRAEO no se han dado los cambios con la desaparición del Seguro Popular.
“Ahí todo está igual, no he visto cambios y no he tenido que pagar nada”, expuso la mujer, a quien las autoridades del nosocomio le realizaron un estudio socioeconómico para conocer si podía solventar los gastos de operación y hospitalización de su hija.
A la fecha ambas acuden sin costo alguno, porque en el nosocomio se mantienen las mismas acciones del extinto Seguro Popular, mientras no haya reglas de operación del nuevo Insabi.
Para quienes deseen ayudar a la señora Rosa con donaciones monetarias, alimentos o prendas de vestir, pueden comunicarse con ella al número de celular 951 609 1988 o preguntar por ella en alguno de los hospitales de San Bartolo Coyotepec, donde acude con sus hijos de manera periódica.