María Cruz Zurita y Laura Carina Gutiérrez Ramírez son agentes de vialidad de la ciudad capital y en esta emergencia sanitaria por Covid-19, ellas siguen realizando sus actividades porque no pueden quedarse en casa, como la mayoría de la población.
Durante ocho o más horas del día se encuentran realizando funciones en la calle y concientizando a la gente de tener medidas preventivas; el pasado miércoles acudieron al Ejido Guadalupe Victoria con el fin de vigilar se sigan las medidas de prevención en la entrega de apoyos Bienestar.
Las dos mujeres aseguraron no tener miedo por el contagio y lo que hacen es tener todas las medidas preventivas. Aquí la historia de estas dos mujeres del área de proximidad social de la Dirección de Vialidad.
María Cruz Zurita lleva casi una década en la Policía Vial del municipio de Oaxaca de Juárez, desde donde se siente a gusto porque le encanta su trabajo.
Y dentro de esta contingencia está repartiendo de manera constante el mensaje de que la población no salga de sus domicilios, aunque ella haga lo contrario para cumplir con sus funciones.
“Lo entiendo, lo comprendo y me gusta. Para ser policía tienes, primero que tener vocación, porque sabes que tienes una entrada, pero quien sabe si hay salida”, expresó desde el cuartel de esta corporación, localizada en la calle de Morelos de esta ciudad.
La mujer tiene un hijo de 13 años, a quien deja en la casa de las 7:00 a las 15:00 horas para cumplir su horario con excepción del día de descanso.
Para estar en la calle, la agente de Vialidad asume las medidas sanitarias de manera cuidadosa porque trata de manera constante con la gente.
Ella porta guantes y cubrebocas negro, así como tiene una mica protectora en la cara, ante personas que sean groseras y puedan aventarles saliva.
Para llegar a su casa, se desinfecta y se cambia de ropa, así como extrema sus precauciones ante el riesgo de contagio por el coronavirus.
“El cuidado es para no contaminar a la familia, a los niños y a la pareja”, expresó.
A María la apoya su pareja en esta actividad diaria, e incluso la apoya en el aseo diario.
Como personal de primera línea, sabe que en estos días no habrá vacaciones, la situación está complicada y estarán en diversas actividades de acción social.
Originaria de Valles Centrales, la agente de tránsito tiene un salario de 4 mil 200 pesos a la quincena, con los cuales deberá sustentar los gastos de su hijo y va al día con sus gastos.
“Me dicen que por qué no me quedo en casa”
Laura Carina Gutiérrez Ramírez, de 41 años de edad, 14 de ellos los ha dedicado trabajando en esta instancia de gobierno municipal. Ella es otra de las agentes de vialidad que sigue laborando en medio de la pandemia por el Covid-19.
En su historia, la mujer desde las 5:00 horas de todos los días se alista para preparar el almuerzo y comida para sus hijos de 9 y 15 años de edad, a quienes deja con familiares para salir a sus jornadas diarias.
Recuerda que con la epidemia de la Influenza AH1N1 no fue lo mismo, sí se acataron algunas recomendaciones, pero no al grado del escenario que está dejando este virus que está atacando a todo el mundo.
La agente, también recomendó insistentemente las medidas de prevención para proteger a la población vulnerable ante este contagio que es mortal para cierta población.
A ella le molesta la necedad de algunas personas en sacar a sus hijos a las calles cuando el contagio se tiende a ser masivo; “me indigna porque no hacen caso, muchos piensan que no es verdad, es más nos piden protección a medida de rechazo por las indicaciones”, señaló.
Frente a esto, sus hijos le recriminan a Laura el hecho que todos los días salga de casa. “Pero poco a poco ya lo van asimilando porque estoy en una instancia pública y es mi deber asistir a mi servicio”, dijo.
Asimismo, toma extremas prevenciones y con eso, asegura no se debe temer.
Al llegar a casa, Laura Carina Gutiérrez Ramírez, se limpia, se sanitiza y no expone a su familia para evitar cualquier contagio del Covid-19.
Ella tiene muy en claro que es su obligación, pero a la vez, con vocación sale diariamente de su casa para cumplir con su empleo donde recibe unos tres salarios mínimos al día.
Originaria de la Ciudad de México, ya lleva varios años en Oaxaca de Juárez y en esta contingencia está consciente de que podría doblar turno.