De acuerdo con datos de la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, Oaxaca, Morelos, Guerrero y Puebla mostraron un 70.5% de inseguridad alimentaria en 2021, sólo por debajo del 72.4% de Hidalgo, Tlaxcala y Veracruz.
Esta encuesta que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) evidenció que la entidad y los estados que forman parte del Pacífico Sur rebasaron el promedio nacional de inseguridad alimentaria, del 61%.
De una muestra de mil 230 familias, tanto de zonas urbanas como rurales, en Oaxaca, Morelos, Guerrero y Puebla el 29.5% aseguró contar con seguridad alimentaria; 35.9, con inseguridad leve; 19.8, con inseguridad moderada y 14.8, con inseguridad severa.
En tanto, poco más de una cuarta parte de los hogares mexicanos padece inseguridad alimentaria moderada y severa, afectando con mayor intensidad a la población que habita en localidades rurales.
La inseguridad alimentaria moderada y severa están relacionadas a experiencias como la disminución en la cantidad de alimentos que habitualmente se consumen, omitir algún tiempo de comida o haber dejado de comer en todo un día, debido a la falta de ingresos o recursos para adquirir alimentos”.
Estas experiencias, expuso, afectan la calidad de la dieta, los hábitos de alimentación y tienen consecuencias graves a corto y largo plazo en el bienestar, estado de nutrición y salud de las personas.
Esta misma encuesta mostró que en los cambios de alimentación, en el Pacífico Sur el 15.2% aumentó el consumo de frutas; el 25.7% lo disminuyó y el 60.7% continuó igual. En verduras, los porcentajes fueron del 12.8, 16.7 y 70.5, respectivamente.
En carne roja, pollo, pescado, 2.8% aumentó, 28% disminuyó y 69% siguió igual; en huevos y lácteos fue del 4.2, 17.7 y 78%; en tortilla de maíz y cereales del 3.8, 7.1 y 89%; mientras que en cereales refinados los porcentajes fueron del 2.5, 12.6 y 84.8%.
En aquellos productos que suelen generar sobrepeso y obesidad, se percibió un menor porcentaje en la reducción del consumo en comparación con las frutas, verduras, carne, pollo y pescado, al considerar que en dulces y chocolates el 2.7% aumentó su consumo, 18% lo disminuyó y 79.3% lo mantuvo.
En botanas los porcentajes fueron de 2.3, 15.5 y 82.1; en pan dulce, pastelitos o postres del 3.3, 14.5 y 82.2; y en bebidas endulzadas del 3.6, 16.2 y 80.3, respectivamente.