Somos venezolanos tío, queremos quedarnos en Oaxaca por un tiempo, llevamos caminando dos meses y 19 días, salimos desde Perú, estábamos viviendo en Perú, pero queremos llegar a los Estados Unidos, solo que ahora ya nos cerraron la frontera”, señaló Roberto, un joven sudamericano que lleva 4 días en esta ciudad.
Entrevistados en el cruce de Avenida Niños Héroes y Porfirio Díaz, en el crucero de Fonapas mientras presenciaban la calenda de trabajadores del sindicato de Burócratas, Roberto relató a las cámaras de EL IMPARCIAL Televisión la odisea y los obstáculos que están enfrentando los migrantes en su cruce por nuestro país.
Reiteró que su tránsito ha sido a pie, el grupo está integrado por 11 adultos y seis niños e indicaron que buscan un trabajo temporal en Oaxaca para, posteriormente, seguir su viaje hacia la frontera norte. “Buscamos trabajo, podemos realizar labores de albañilería, de azulejo, de plomería”, indicó Roberto.
Por el momento no queremos seguir avanzando porque traemos niños, buscamos apoyo y que nos brinden trabajo aquí, en Oaxaca”.
El grupo portaba un cartón con leyendas como “Hola amigo, apóyame, somos migrantes venezolanos, Dios te bendiga” o “Amiguito, apóyame de corazón, somos migrantes venezolanos”.
Algunos integrantes del grupo vestían con short desgastado, bermudas, playeras roídas; otros con sandalia y los más favorecidos con calzado ya muy desgastado por el camino. Los pequeños, con el cabello hecho un enjambre y muy descubiertos, a pesar del chipi chipi que se dejaba sentir en la capital oaxaqueña. Los pequeños recogían los regalos y los dulces que los integrantes del sindicato de burócratas iban arrojando por su camino.
Los venezolanos indicaron que tienen conocimiento de las noticias. pues se informan por la televisión, los periódicos o redes sociales. “Sabemos que la frontera está cerrada, queremos llegar a Ciudad Juárez o Piedras Negras para cruzar; teníamos un permiso que se nos venció hace tres días”.
El permiso temporal les permite transitar por Oaxaca casi sin ser molestados, sin embargo, al acercarse a la frontera norte, son devueltos al sureste de México. Muchos de estos venezolanos, incluso, han sido deportados de algunas de las ciudades de Estados Unidos y devueltos para ser concentrados en Tapanatepec.
A pesar del drama que representa haber dejado todo en su país tras haberse desprendido de casas, propiedades o alejados de sus familiares, aseguró que, al menos por el momento, no han recibido agresiones en territorio oaxaqueño. “Sabemos que viene una caravana como de 7 mil personas, unos están detenidos en el Istmo (en San Pedro Tapanatepec)”, explicó.
En medio de tambores y bandas que pasaban de norte a sur reiteraron que “quedamos varados; teníamos el permiso. Veremos cómo nos apoya la migración para quedarnos un tiempo aquí. Somos maestros de obras”. Vamos a esperar hasta acomoden la frontera, concluyó.