El arzobispo de la Arquidiócesis de Antequera, Pedro Vázquez Villalobos, pidió que los edificios como iglesias y parroquias, así como la catedral, no sean un elefante blanco ante la falta de sacerdotes por el rechazo a la preparación seminarista.
Yo quiero que estos edificios no sean un elefante blanco, yo quiero que estén habitados por jóvenes que tienen la ilusión y la esperanza de llegar un día y arrodillarse ante su obispo para que le imponga sus manos y lo ordene sacerdote”, dijo.
Durante la misa del VI Domingo de Pascua y de la XXXIII Feria del Seminario Pontificio de la Santa Cruz 2024, reiteró el llamado a esta vocación porque tal pareciera que el edificio de formación “está solo”.
La iglesia católica vive en crisis de sacerdocio ante la falta de estudiantes que quieran entrar al seminario y prepararse para ser sacerdotes que llegarán a servir a las iglesias de las comunidades del estado.
En el seminario que se localiza en el distrito de Etla, hay 30 jóvenes, de los cuales, corresponden 20 a la Arquidiócesis de Antequera que se encuentran en un proceso de formación de 7 años: tres destinados a la Facultad de Filosofía y cuatro a la de Teología.
Dijo que los demás estudiantes provienen de las arquidiócesis de Puerto Escondido, Tehuantepec, Tuxtepec, Mixes y Huautla de Jiménez.
Y en el próximo ciclo escolar, de esta arquidiócesis, entrará un solo aspirante.
Ante la escasez de estudiantes de la grey católica, el Arzobispo de Antequera Pedro Vásquez preguntó a los fieles presentes en la homilía dominical ¿cuándo vamos a llenar esta casa?
A lo que respondió con un llamado a los padres de familia para que cultiven en su hogar la vocación al sacerdocio; “cuando usted se postre ante nuestro señor y le diga con un corazón generoso, señor llama de mi familia a uno de mis hijos para que sean sacerdotes, esta casa estará llena”, dijo.
Pidió a la población no ser egoísta al pensar que se acabará el apellido de su familia, “que se acabe su apellido, pero que un hijo suyo sirva a Dios en el ministerio sacerdotal porque va ser una bendición divina inmerecida” agregó.
Advirtió que de no cultivar desde el hogar la vocación y vida sacerdotal, en poco tiempo la iglesia católica no va a tener sacerdotes y religiosas debido a la escasez de aspirantes.