Las calles del Centro Histórico de la ciudad de Oaxaca de Juárez se desbordaron de algarabía durante el segundo Desfile de Delegaciones que concentró la música, cultura y tradiciones de las 16 etnias y el pueblo afromexicano de Oaxaca.
Este evento que es la antesala de la Octava del Lunes del Cerro fue anunciado por el sonido de los tambores, la chirimía y los cohetones, que al igual que en las localidades de las ocho regiones de Oaxaca, convocó a todas las personas a unirse a esta gran celebración que forma parte de la edición 92 de la Guelaguetza.
Los acordes de la Banda de Música del Estado de Oaxaca abrieron paso al contingente de las 30 delegaciones que se presentarán este 29 de julio en la Rotonda de la Azucena para patentar el por qué Oaxaca es el corazón cultural de México, y este encuentro, la festividad étnica más grande de Latinoamérica.
Con sus marmotas, faroles y monos de calenda, las Chinas Oaxaqueñas fueron las primeras en hacer su aparición, cautivando a las personas, quienes no pararon de reír, aplaudir, tomar fotografías.
Las bandas de música de viento de cada delegación llenaron de sones, jarabes y chilenas las calles de este recorrido que inició desde la Fuente de las Ocho Regiones, para terminar en el corazón del Centro Histórico de la capital del estado, en la Alameda de León.
De la Costa, con su ritmo y picardía contagiaron al público las delegaciones de San Pedro Pochutla, Villa de Tututepec y Santiago Jamiltepec; y de la tierra del sol de la Mixteca, la Heroica Ciudad de Tlaxiaco, Huajuapan de León, San Juan Copala, San Miguel El Grande y Santo Tomás Ocotepec.
Las calles lucieron con los penachos de la Danza de la Pluma de Teotitlán del Valle que representaron a los Valles Centrales, junto con la delegación de San Bartolo Coyotepec; y los acordes de Flor de Piña anunciaron el paso de la delegación de San Juan Bautista Tuxtepec, que, junto con Santiago Jocotepec, San Pedro Ixcatlán, San Lucas Ojitlán y Acatlán de Pérez Figueroa, representaron a la Cuenca del Papaloapan.
Durante casi dos horas, este segundo Desfile de Delegaciones mostró la riqueza cultural de la entidad, culminando con una gran presentación de pirotecnia que iluminó el cielo sobre la catedral de Oaxaca.