Datos de organismos civiles revelan que en la temporada vacacional de invierno que está por comenzar, donde la mayoría de las familias celebran la Navidad, año nuevo y Día de Reyes, al menos 300 mil niños a nivel nacional lo celebran trabajando, sin la oportunidad de obtener algún regalo.
De este universo, al menos 100 mil pequeñines acompañan a sus padres en los campos agrícolas al norte del país, en estados como Sinaloa, Baja California y Nayarit. Las migraciones inician cuando los niños salen de vacaciones, normalmente una semana previa a la Navidad.
Aunque no se tienen registros exactos del número de niños indígenas de Oaxaca que acompañan a sus padres, se estima que la cifra podría alcanzar más de 10 mil niños, el resto, unos 20 mil, se quedan en la entidad haciendo labores de campo o vendiendo productos de la temporada en los cruceros.
Una vez que concluye la temporada vacacional, un porcentaje estimado del 10 por ciento de estos niños ya no regresan a las aulas y permanecen trabajando en los campos agrícolas o en los principales cruceros de la zona metropolitana de Oaxaca.
A nivel nacional, un aproximado de 3.6 millones menores son explotados laboralmente, mismos que trabajan en condiciones de alta peligrosidad física, ya sea en la ciudad o zonas agrícolas.
En 2016 y lo que va del presente año, el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), señaló que los estados de Guerrero, Chiapas y Oaxaca son las entidades que concentran el mayor número de explotación laboral infantil.