Actualmente en el comercio existe una gran variedad de tés. Al clásico Ceylán, se suman el té rojo, verde y blanco, y una gran gama de aromatizados que hace cada vez más apetecible el consumo de esta infusión que también ayuda a prevenir enfermedades.
El té al ser antioxidante previene enfermedades como hipercolesterolemia e hipertensión arterial; previenen accidentes cardiovasculares y disminuyen las probabilidades de desarrollar alzheimer, entre otras”, señala la coordinadora de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico, Silvana Saavedra.
A continuación dejamos los principales beneficios de cada tipo de té:
– Té verde: Las hojas de este té tienen el mínimo de oxidación, por lo cual tiene un excelente aporte de antioxidantes, principalmente catequinas, que ayudan a disminuir los riesgos de cáncer, reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares y aumentan la termogénesis (regulación del calor en el organismo).
– Té rojo: Las hojas de esta variedad se maduran por largo tiempo en bodegas especializadas, lo que le confiere su oscuro color y fuerte aroma. Este té es conocido por su ayuda en quemar grasas y su gran poder diurético.
– Té negro: Es una variedad un poco menos madura que el té rojo. Tiene un efecto tonificador del sistema nervioso por su contenido de metilxantina, por lo cual ayuda a reducir el riesgo de Alzheimer. También relaja la musculatura bronquial, por lo que es de utilidad en cuadros respiratorios.
– Té blanco: Esta variedad se hace con los brotes de las plantas de té, por lo que la cantidad y poder de sus antioxidantes es superior a la de otros tés, previniendo el envejecimiento celular del organismo.