Un grupo de pobladores de San Agustín Loxicha que mantenían bloqueada la salida de emergencia de Ciudad Administrativa, fueron desalojados por elementos de la Policía Estatal para que permitieran la salida de empleados de base y confianza que permanecían retenidos.
Desde temprana hora, las manifestantes cercaron el complejo administrativo en demanda de la liberación de varios de sus paisanos, acusados de diversos delitos y que siguen recluidos en penales estatales.
Debido a la movilización, la Secretaría de Administración del Gobierno del Estado ordenó la salida de los trabajadores de base, sin embargo, esta medida molestó a los manifestantes e intentaron impedir la salida de los empleados.
Como medida de acción, los policías lanzaron gas lacrimógeno a los inconformes para replegarlos y minutos después, los burócratas abandonaron el inmueble del gobierno estatal.
No obstante los pobladores de San Agustín Loxicha corrieron debido a que en su mayoría venían mujeres y menores de edad, quienes resultaron con algunos síntomas de intoxicación por el gas lanzado.
Sin embargo, los manifestantes dieron la vuelta al complejo para mantener la toma de Ciudad Administrativa en su acceso principal y el bloqueo en la Carretera Federal 190.
En un primer momento, exigían una audiencia con el gobernador Alejandro Murat para tratar temas de justicia, no obstante su petición fue desechada y canalizados a la Secretaría General.
Los inconformes amagaron con no liberar el complejo gubernamental hasta que funcionarios de alto nivel atendieran su demanda en materia de justicia y se excarcelen a los presos políticos.
Ante la presión de las corporaciones policiales, los habitantes de Loxicha accedieron a liberar los accesos pero con la condición de que se establecía una mesa de diálogo con funcionarios de gobierno y poder valorar la liberación de los habitantes.