Steve McCraw, director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, presentó su testimonio ante el Senado del estado donde calificó de “fracaso abyecto” la oportunidad perdida para neutralizar a Salvador Ramos, de 18 años, quien asesinó a 19 niños y dos maestras el 24 de mayo.
Los retrasos en la respuesta de las fuerzas del orden público se han convertido en el foco de investigaciones federales, estatales y locales.
McCraw declaró como testigo ante una comisión del Senado en una audiencia sobre el tema.
El funcionario aseguró que Pete Arredondo, el jefe de policía del distrito escolar de Uvalde, decidió anteponer la vida de los oficiales a la de los niños.
En sus declaraciones, McCraw delineó ante los legisladores una serie de oportunidades perdidas, fallas en la comunicación y otros errores.
Las preguntas sobre la respuesta de las fuerzas del orden comenzaron días después de la masacre, cuando se informó de varias llamadas de emergencia hechas por los propios niños al 911 alertando sobre el tirador.
Las familias de quienes perdieron la vida durante el tiroteo exigen que la policía rinda cuentas y aclare sus posibles omisiones durante su respuesta inicial a la masacre.