Con la espera de más de 50 mil turistas y una ocupación hotelera de entre más del 80 y 90 por ciento, según las estimaciones del estado y del municipio, la ciudad de Oaxaca lidia con la crisis en el manejo de sus residuos.
Sin un terreno para el nuevo relleno y con el retiro de papeleras en algunas zonas, las bolsas de basura se observan dispersas en calles del Centro Histórico, aunque principalmente en las alejadas al primer cuadro.
El colorido del papel picado adorna las calles y el zócalo de la Verde Antequera y las catrinas y calacas cuelgan de los balcones en varios inmuebles. Las representaciones de la muerte están también sobre las banquetas, a la espera de quien quiera tomarse la fotografía en el escenario creado para la celebración del Día de Muertos.
Pero a ras de suelo, la basura recuerda la crisis por el cierre del basurero de Zaachila y la carencia de uno nuevo para la ciudad que diariamente genera al menos 550 toneladas de residuos.
Con la derrama económica de más de 126 millones de pesos, la autoridad ha remozado los camellones de sus accesos y sigue luchando con la recolección de residuos. Aunque se ha prometido que el servicio se mantendrá, no se ha informado el nuevo calendario.
Sin embargo, hasta la tarde del sábado, los sitios emblemáticos de la capital, como el zócalo o la Alameda y el andador turístico aún se mantenían limpios. Asimismo, empleados municipales recorrían las áreas retirando la basura que en los últimos días se suele acumular en las papeleras.
La Secretaría de Servicios Municipales, encargada también de la reapertura de los camposantos administrados por el ayuntamiento y del mantenimiento de espacios públicos, señaló que se habían limpiado y deshierbado los camellones en los accesos.
También que como parte de las actividades previas a la llegada de turistas a la ciudad, se retiraron los residuos abandonados en estas partes de la vía pública.