En días pasados, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró como emergencia contra la salud pública a la viruela del mono. Esto luego de que la República del Congo presentara preocupantes cifras en los contagios y muertes debido a esta enfermedad.
De acuerdo con la Agencia de Salud de la Unión Africana, el país ha registrado más de 16 mil 800 casos durante 2024.
Sin embargo, las instancias internacionales temen que se propague a distintas regiones del mundo, tal y como ha ocurrido en países latinoamericanos. Desde el 1 de enero, hasta el 30 de junio de 2024, la OMS confirmó un acumulado de 99 mil 174 casos confirmados y 208 muertes.
NUEVA VARIANTE
Ante esta situación, las autoridades han tomado cartas en el asunto para evitar una posible pandemia y han emprendido campañas de concientización sobre la importancia de tomar las medidas sanitarias pertinentes. Aunado a esto, el brote de viruela símica que acontece en la República del Congo está asociado a una nueva variante, identificada como clado I del Monkeypox Virus (MPV).
Cabe destacar que la viruela símica se contagia principalmente por transmisión sexual y se consideran casos sospechosos las personas de cualquier edad y género que tengan lesiones cutáneas y que no cuenten con síntomas distintos o razones clínicas para explicar su origen.
Finalmente, la OMS instó a la comunidad internacional a seguir estrictamente el monitoreo de la enfermedad y procurar una atención oportuna a los pacientes.
SÍNTOMAS
Debido a que la viruela símica es un padecimiento endémico, los contagios en México suceden por contacto estrecho, esto incluye lesiones, flujos corporales, gotitas respiratorias, relaciones sexuales y objetos contaminados. Los principales síntomas suelen durar entre dos y cuatro semanas:
- Dolor de cabeza
- Agotamiento
- Dolores musculares
- Inflamación de los ganglios
- Debilidad
- Sarpullido inicial en la cara y se propaga al resto del cuerpo
MEDIDAS PREVENTIVAS
- Evitar contacto con animales infectados, como monos y roedores
- No comer carne mal cocida
- Evitar contacto con personas infectadas con lesiones
- Lavarse constantemente las manos
- No compartir alimentos
- Aislamiento de familiares en casa
- Cubrirse nariz y boca al toser
- Evitar objetos contaminados (toallas, sábanas, ropa)