La propuesta del presidente Donald Trump de imponer aranceles del 25 por ciento a los automóviles y autopartes importados, daría un golpe a los consumidores estadounidenses, pues pagarían hasta siete mil dólares más por un auto, un 20 por ciento arriba de su precio actual, en promedio, en el caso de los vehículos de lujo.
Un análisis del Instituto Peterson para la Economía Internacional reveló que con estos aranceles se podría esperar una caída del cinco por ciento en el empleo en el sector si los socios comerciales toman represalias, pero además elevarán significativamente los precios de los autos, eliminando las ventas y sacando por completo del mercado de autos a los compradores con ingresos bajos.
El documento señala que el precio promedio de un auto compacto subiría hasta 2 mil 57 dólares. El precio de una SUV/crossover, el vehículo más popular en Estados Unidos, aumentaría hasta 3 mil 66 dólares.
El senador republicano Rob Portman presentó una reforma a la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial, que busca que el presidente de Estados Unidos no abuse de él y restrinja inapropiadamente el comercio.
“La Sección 232 busca combatir amenazas a la seguridad nacional reales, no excusas para elevar los aranceles a otros países”, consideró la asociación de CEOs Business Roundtable.