Tras ser operado de una hernia abdominal el pontífice salió de la puerta principal del hospital en silla de ruedas, para dirigirse al Vaticano.
El papa Francisco bromeó a su salida: “Estoy todavía vivo”, dijo a los medios, y expresó también “tanto dolor” por los migrantes fallecidos en el naufragio frente a las costas de Grecia.
Durante estos 9 días de hospitalización, el equipo médico que le ha atendido ha afirmado que el posoperatorio del pontífice procedía con regularidad.
Es la tercera vez que el papa es ingresado en el hospital romano, ya que también estuvo hospitalizado tres noches a finales de marzo por “una pulmonía aguda” y fue operado en ese mismo hospital romano en el colon y dado de alta después de 10 días a los que siguieron una lenta recuperación.