A pocas horas de concluir el 2020, las y los oaxaqueños no solo buscan algo para alimentarse en la última noche del año sino un amuleto, una prenda, un ritual o lo necesario para cumplir con alguna tradición en la que se despida al año viejo y se dé la bienvenida a uno nuevo y mejor.
Estas tradiciones o costumbres abarcan el uso de ropa interior de determinado color, la preparación de un baño purificador, la quema de un muñeco que representa al año que concluye hasta el comer 12 uvas a medianoche.
MUÑECO DEL AÑO VIEJO
En el caso del muñeco, este suele ser elaborado en cada hogar y a manera de un adulto mayor, el cual se quema durante la medianoche como una forma de purificación y para alejar la mala suerte. Aunque hay otro tipo de costumbres como barrer la casa o pasearse en ella con maletas.
Itzel Santiago, propietaria de un establecimiento en el Mercado de Abasto, sabe de estas tradiciones y costumbres, algunas de las cuales guardan similitud con los deseos de las personas a lo largo del año.
“Hace un año, todo era hacia el dinero y la abundancia; este año, también se inclinan por eso, pero también a protegerse. Que toda la familia esté unida y sana. Creo que ahora es prioridad la salud”, menciona ante un año marcado por la Covid-19.
LAS DOCENERAS
En su tienda esotérica-religiosa ha preparado una serie de productos para quienes creen en ellos. “Desde nuestros ancestros, sabemos que se ayudaban de inciensos y aromas, inclusive se curaban y curan a base de hierbas”, explica antes de señalar que por el fin de un año hay objetos y rituales específicos.
Entre los más solicitados, Itzel señala a las “doceneras”, habituales entre quienes profesan la fe católica. “Estas veladoras se llevan a bendecir, se guardan y cada una se va prendiendo en cada mes”.
Aunque antes eran solamente de color blanco, ahora varían y se adjudica un color para el amor, la unión familiar, paz, armonía, salud y otros deseos o necesidades. Y al igual que estas veladoras, hay quienes acostumbran encender solo una según lo que busquen, generalmente en combinaciones y presentaciones varias para el éxito y estabilidad financiera o la salud, el dinero y el amor.
BORREGOS O CORDEROS
Las representaciones de borregos (corderos) son otros de los elementos que se usan en esta temporada. Están asociados en la religión a la abundancia o al “cordero de Dios” y suelen colocarse junto a imágenes religiosas. Sin embargo, Itzel explica que deben de ser puestos atrás de la puerta de la casa, en señal de que se abre está a Dios para tener sus bendiciones. “Se pueden acomodar como gusten, pero la costumbre era atrás de la puerta de la casa”.
Como estos, otros rituales o tradiciones precisan de una figura de un árbol sobre un elefante, que simbolizan la abundancia y la suerte. Los baños son otras de las costumbres habituales, para los que se preparan fórmulas con sales, esencias y demás ingredientes que ayuden a despojarse de lo malo del año y que suelen hacerse en horas específicas.
RITUALES CON PRENDAS
Como los rituales, amuletos y demás productos, la ropa interior de determinado color es otro de los productos en los que las personas vuelcan sus anhelos por un mejor año. En una de las boneterías más antiguas de la capital, Cipriano Gonzáles del Ángel ha colocado una variedad de prendas en tonos amarillos y rojos que representan la abundancia y el amor, respectivamente.
Usar este tipo de prendas es tradición en el último día del año y mientras se espera que las manecillas del reloj indiquen el inicio de otro. “Son las creencias que tenemos”, cuenta el propietario sobre una costumbre para la que cada fin de año prepara este tipo de productos.
LAS 12 UVAS
En el último día del año que termina, también se acostumbra comer 12 uvas a la medianoche, cuando se da paso al nuevo año. Esta tradición llegó de España a varios países de América Latina y se hace con el propósito de tener 12 meses de buena suerte y prosperidad, por lo que ha de comerse una uva con cada campanada que marca la medianoche.