La imagen de mamá o de la abuela planchando cada prenda ya quedó atrás. Las mujeres de hoy no queremos planchar, y el primer paso para lograrlo es seguir con estos consejos para que la ropa no se arrugue.
1. Utiliza suavizante líquido
El suavizante líquido en la lavadora no solo reduce la estática, cuida las prendas y deja un rico perfume, sino que también hace que se reduzcan las posibles arrugas generadas durante los ciclos de lavado y secado.
2. Aprende a separar la ropa
Si bien ya sabes que debes separar la ropa por color al lavar, también hay un consejo para evitar las arrugas: separar por telas y por peso.
Por ejemplo, si lavas pantalones de jean con tops e algodón, los primeros aplastarán a los segundos con su peso durante el lavado o el secado y generarán más arrugas.
3. Compra ropa que no se arrugue
Esto es un básico que debes seguir si te quieres olvidar de planchar para siempre. Para saber cual comprar sólo debes ver las etiquetas.
Por ejemplo: si vas a comprar una camiseta, fíjate en una que mezcle algodón y poliéster así no se arruga tanto, pues si es solamente de algodón la tendrás que planchar.
4. No sobrecargues la lavadora ni la secadora
Cuando colocas demasiada ropa en los ciclos de lavado y secado, la misma no tiene la movilidad que necesita y al permanecer tan apretada se arruga más.
5. Saltea el secarropas
Pasar la ropa por el secarropas es genial porque le quita el excedente de agua del lavado, pero le añade más arrugas, por lo tanto, si puedes, saltea el proceso.
6. Cuelga bien estirado para que seque
Si vas a secar la ropa al aire libre, no demores en colgarla cuando termina el ciclo de lavado. Procura estirarla bien, alisarla y colgarla sin arrugas.
¡Verás que cuando seque no necesitarás planchar!
7. Guarda la ropa adecuadamente
El último paso para saltear el planchado es que una vez que la ropa esté seca, la dobles como se debe y la guardes sin apretar en el guardarropas.
Si no quieres usar la plancha deberás cuidar un poco los procesos de lavado, secado y guardado para alejar las arrugas de tu ropa. ¡Es fácil!
Pero, (siempre hay un pero) a veces vas a encontrarte con alguna prenda que necesita ser planchada, ¡pero no es lo mismo que planchar toda la ropa!