Intentaron chamaquear con burda maniobra a la Presidenta de la Mesa Directiva de la 65 Legislatura de la Cámara de Diputados del Estado, Mariana Benítez Tiburcio, y el origen es el intento de dividir a la bancada de Morena.
El miércoles fue accidentado el inicio de la sesión ordinaria del segundo periodo de sesiones en el Congreso de Oaxaca. Alertados y atentos, diputados de la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) abortaron el intento de proponer un nuevo grupo parlamentario. Mariana Benítez Tiburcio intentó leer un documento, que según ella, recibió de forma oficial pero que estaba fuera del orden del día difundido de manera previa y, pretendía, una vez instalada la sesión, dar lectura a una propuesta de la supuesta separación política, más que ilegal, de 5 diputados de Morena.
Sin embargo, antes de contar con la oportunidad de leer el documento, la diputada presidenta fue corregida por el morenista, Alfonso Silva Romo, quien le recordó el procedimiento legal a respetar y seguir y, con ello evidenció la falta de conocimiento de la priista a la Ley Orgánica del Poder Legislativo, pues intentó desconocer los artículos 80 y el 103 de la Ley Orgánica y del reglamento.
Tal situación provocó un breve alboroto entre los integrantes de la 65 Legislatura, hasta que la diputada priista tuvo a bien reconocer su yerro con un sepulcral silencio y que la batalla estaba perdida.
Nadie lo dijo, pero todos los presentes en el recinto de San Raymundo Jalpan se dieron cuenta que la diputada presidenta mostró la verdadera inclinación, al pretender abusar del poder que le otorga el cargo, e incluir en la orden del día temas sin fundamento legal ni transparencia, y con esta acción intentar generar desestabilización política al interior del Congreso.
¿Los 5 diputados “incongruentes” o disidentes?
Luego del dislate, la sesión continuó, mientras los 5 diputados “incongruentes”, que se dicen militantes de Morena, pero que pretendían autodenominarse como grupo de la Cuarta Transformación, desconociendo a la Coordinadora de grupo parlamentario, Laura Estrada Mauro, pretendían levantarle la mano a Horacio Sosa como líder de su fracción. Según ellos, no dejaron ver el as bajo la manga, sin embargo, su actitud terminó siendo otro golpe a su ignorancia y afectó su investidura.
Ya en el pleno, tras el fallido intento, Concepción Rueda, Melina Sosa, César David Mateos, Horacio Sosa y Sesul Bolaños rumeaban e intentaban llamar la atención del Pleno y del auditorio lanzando protestas por ser ignorados.
Luego de varias horas de sesión, donde se aprobaron y atendieron diversos temas, que sí son de interés social en materia de salud, conflictos agrarios, de entrega de las participaciones federales a las agencias, de protección ciudadana para las fiestas de la Guelaguetza2022 y de las familias de los inmigrantes que perdieron la vida en San Antonio Texas, la sesión ordinaria concluyó sin que la sangre llegara al río y abortando el intento divisionista.
Al tocar el punto de asuntos generales del orden del día, César David Mateos no perdió oportunidad para reiterar de manera pública la separación del grupo, y el segundo intento también fue fallido, al insistir forjar un segundo grupo derivado de un mismo partido.
Hay que recordarle al legislador que tal despropósito transgrede el artículo 80 de la Ley Orgánica del Poder Legislativo, el cual señala: “que se podrá constituir un solo un grupo parlamentario por cada instituto político representado en el Congreso, y será requisito indispensable que lo integren cuando menos 3 diputados de la misma afiliación”.
Los diputados tienen como función primordial ser la voz del pueblo, escucharlo y, con base en ello, proponer leyes, esa es su función: legislar.
Sin embargo, es necesario comentar que se cometió un agravio en contra de la soberanía del estado cuando se busca dividir a las bancadas del Congreso; el poder del pueblo reside en los diputados electos y se desnuda a quienes intentan aplicar el famoso “divide y vencerás”.
La carestía y Oaxaca pobre
Malas, muy malas cuentas rinde Oaxaca en materia económica. Un estado sustentado en el comercio, sin industria, con una agricultura de temporal, de traspatio y sin apoyo a la ganadería debe “importar” granos, básicos y mercancías. Esos son las causas que el Istmo de Tehuantepec sea la región más cara para vivir en el país, con una inflación estratósferica y muy superior a la del resto del país, donde también está descontrolada.
El fracaso de la política de contención de precios del gobierno de la Cuarta Transformación es más que evidente y pega en este que es uno de los tres estados más pobres del país. La ciudad de Oaxaca y su zona metropolitana, conformada por 22 municipios, es la quinta más cara del país. De hecho, es la capital más cara de los 32 estados de la república, de acuerdo a una revisión a las estadísticas del Índice Nacional de Precios al Consumidor, del INEGI.
Una verdadera cátedra de economía doméstica ofreció en una entrevista una expendedora de pan al noticiero vespertino del viernes 8 para EL IMPARCIAL Televisión. Al aumento de insumos, la reducción de maniobra para las ganancias, el rechazo e imposibilidad de las o los oaxaqueños para comprar básicos, el aumento al aceite, huevo, harinas y la desesperanza porque la situación no mejore. ¿Y dónde está Profeco? cuestionaba. Esa instancia se ha quedado sin dientes ni herramientas para defender al consumidor.