Este rincón periodístico no busca ni se caracteriza por las loas a los funcionarios porque simplemente se les paga por hacer su trabajo. Y eso fue lo que ayer, a primera hora, llevó a cabo el rector de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), Cristian Carreño López: hacer su trabajo.
La labor de la burocracia universitaria es mantener abierta y trabajando a esta universidad que es piedra angular de la movilidad social para los oaxaqueños y fuente de mejora cultural, económica y social para quien se prepara en sus aulas.
¿En qué consistió la acción de Carreño López?, en evitar una nueva acción de secuestro a instalaciones universitarias por un puñado de aspirantes a estudiantes que demandan un lugar, decían ellos, para estudiar, pero que habían cerrado las puertas del campus e impedido el acceso de quienes si son alumnos con su espacio ganado a pulso y quienes continúan con sus aspiraciones para cursar una carrera profesional.
Hagamos un alto, querida lectora-lector, recordemos cómo llegó a rectoría Cristian Carreño, producto de oscuras y dubitativas negociaciones entre el Gobierno del Estado, que impulsaba a Héctor Anuar Mafud Mafud y, como moneda de cambio, permitió que el exrector Eduardo Martínez Helmes, saliera y llevara su proceso desde la prisión preventiva domiciliaria, luego de que en enero fuera vinculado a proceso por un presunto fraude por 900 millones de pesos.
Un ala del Consejo Universitario y algunos sindicatos universitarios nombraron a Carreño en abril en una controvertida y cuestionada sesión. La UABJO, en ese momento, llegó a tener dos rectores ante la negativa de Eduardo Bautista a renunciar. Debió esperar 22 días, hasta el 23 de abril, para que se confirmará su mandato.
Ayer, sin duda, obtuvo más legitimidad que la otorgada por consejeros al, literalmente, sacar a uno de los grupos porriles con un “¡Ya basta!”. Enfundado solo en su investidura, con apenas dos o tres acompañantes, enfrentó a los inconformes, caminó toda la explanada de rectoría y abrió las puertas, invitando a pasar a los estudiantes que esperaban afuera; se escucharon discretos y espaciados aplauso. Hizo lo que muchos funcionarios, universitarios, municipales, estatales o federales han rehusado llevar a cabo: trabajar.
El rector se fajó. Es un inicio. Le faltan más, muchos más porros que medran al interior de la UABJO con acciones al límite de la legalidad o, en franca violación a la ley. Está también la poderosa burocracia universitaria, a una parte de ella le debe la rectoría. Enfrente los sindicatos y las canonjías, amenazas y chantajes, como esa cantaleta de demandar “bonos de productividad” tras tener 2 años y medio sin trabajar. El tráfico de calificaciones, la negada compra-venta de espacios, elevadas cuotas sin explicar su destino, el tener a estudiantes como reserva electoral o carne de cañón para dilucidar conflictos, el narco menudeo, las protestas sin fin, todo un coctel que tendrá que ir resolviendo uno a uno.
Y el gobierno ¿Dónde está?
¿Qué hay del titular de Segego, Francisco Javier García López; del secretario de Finanzas, Jorge Antonio Hidalgo Tirado, esbirro del extitular, Vicente Mendoza Téllez Girón; de la secretaria de Administración, Mariana Nassar Piñeyro o del Consejero Jurídico, el desconocido José Octavio Tinajero Zenil o de alguna dependencia involucradas en solucionar las demandas de grupos que ayer sitiaron a la ciudad de Oaxaca?.
¿Por qué no emular al rector y salir a las calles a ofrecer solución? Negociar o retirar los bloqueos que nos pusieron de cabeza. ¿Acaso Paco Pizza se presentó en el cruce de la avenida Niños Héroes y Emilio Carranza para evitar que estrangularan ese vital crucero?
Lo visto ayer es cíclico al acercarse una ceremonia cívica como El Grito. Hubo estas movilizaciones, chantajistas, previo a Guelaguetza, antes de Semana Santa y, seguramente, previos a la celebración de la Revolución Mexicana y para las fiestas decembrinas.
¿Tendrá ya el gobierno electo alguna hoja de ruta, proyecto de negociación para evitar el chantaje de estos grupos, muchos de ellos ligados a Morena, partido que gobernará a partir del 1 de diciembre?. ¿Habrá fuego amigo en el próximo sexenio?
Si alguien se atreve a asegurar que en Oaxaca hay gobernabilidad, basta señalar dos hechos: Autoridades habían invitado a medios y ciudadanía para presenciar la ceremonia luctuosa de los Niños Héroes y la gesta heroica del castillo de Chapultepec pero, ante los bloqueos, el acto fue trasladado de 8 a 10 kilómetros de distancia, a un lugar más seguro, en la 28 Zona Militar, lejos de las protestas y para evitar correr el riesgo de alguna agresión, como las que deben soportar los ciudadanos.