Oaxaca jamás había enfrentado una emergencia por la presencia de ilegales centro y sudamericanos, como la que se vive hoy en San Pedro Tapanatepec. Los últimos tres meses han sido aciagos para los pobladores de ese municipio istmeño, como para sus autoridades, que se las han visto negras para dotarlos de los servicios más indispensables. Inclusive, los deportistas han sido afectados, pues el estadio de beisbol 21 de Marzo ha sido utilizado como albergue en donde instalaron módulos gigantescos con ventiladores, garrafones con agua y alimentos, pero que son insuficientes por la llegada de miles de hombres, mujeres y niños, particularmente de Venezuela, cuyo objetivo es llegar a los Estados Unidos.
La población de San Pedro Tapanatepec es de 15 mil pobladores; en octubre, ese poblado istmeño ya tenía 7 mil indocumentados, en la semana pasada la cifra se incrementó a 17 mil ilegales. Repentinamente, Tapanatepec se vio con una población cercana a las 40 mil personas, una población flotante que ha provocado la falta de alimentos. Imagínese, hay algunos indocumentados que están ingiriendo agua de un río contaminado, situación que ha provocado que decenas de personas, especialmente niños, se enfermen de males gastrointestinales.
A la zona llegaron organizaciones internacionales expertas en ayuda humanitaria, como la Unicef y Médicos sin Fronteras, que se han sumado al auxilio de estas personas que han arribado a Tapanatepec.
Hace un par de meses, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, abrió sus fronteras a los venezolanos debido a la crisis política que vive ese país, lo que provocó la movilización de miles de ellos que en Chiapas lograron permisos para cruzar el país, pero Estados Unidos, en agosto, cambió su política.
E iniciaron los engaños. A los ilegales les dijeron que los permisos se estaban otorgando en Tapanatepec y comenzaron a movilizarse hacia esa zona. Inició así la crisis migratoria.
Hace unos días, reporteros de EL IMPARCIAL constataron en Tapanatepec el drama que viven los indocumentados. Recogieron testimonios de gente no sólo de Venezuela, sino de países como Cuba, República Dominicana, Perú y Ecuador. Todos ellos pedían encarecidamente a México les extendiera los permisos para llegar a la frontera, porque estaban desesperados.
Muchos, en esos testimonios, dijeron que habían dejado todo en sus países de origen, otros como los cubanos o venezolanos que no podía regresar a su país por cuestiones políticas. En esos rostros asomaba la desesperación y la angustia. En tanto, el gobierno de Estados Unidos anunciaba que otorgaría 24 mil visas a venezolanos, pero no a los que se encuentran actualmente en México. El golpe fue demoledor para esas personas que están en la incertidumbre. ¿Cómo regresar si carecían de recursos económicos?
El asunto es que la situación que viven los migrantes en Tapanatepec es un infierno. El domingo, personal de la Unicef atendía a los niños que se encuentran en el albergue, muchos de los cuales enfrentan una desnutrición severa. Ignoramos si organizaciones nacionales estén dando atención a esas personas desvalidas, pero sí es de mencionar que el ayuntamiento de Tapanatepec está inmerso en esta problemática que ha sido provocada por el propio gobierno estadounidense.
Nombres, nombres
Se espera que en la nueva administración estatal la Secretaría de Salud de Oaxaca sea encabezada por una persona con experiencia, que sepa del área y no sea improvisada, como temen las y los trabajadores del sector.
Varios nombres se escuchan para ocupar la titularidad de esta Secretaría, pero entre los más sonados está el de Haydeé Reyes Soto y Laura Estrada, a pesar de no tener la experiencia para abordar los temas de salud y mucho menos para tratar con los sindicatos.
De Laura Estrada el nombre se fue apagando poco a poco y se ha dado más posibilidades a Haydeé Reyes, que en sus redes sociales ha aprovechado toda oportunidad para abordar temas de salud y reconocer el trabajo del personal.
Ambas morenistas no son bien vistas por los trabajadores del sector salud, que sugieren que la o el nuevo titular sea una persona que conozca de las diferentes áreas y no haga alusión a “echando a perder se aprende”.
Para este puesto, sugieren algunos, se requiere de profesionales y conocedores de las carencias del sector salud, que no sirvan de tapaderas de anteriores administraciones y sepan imponerse al sindicato que suele chantajear e imponer su voluntad a los titulares.
Ojalá el nuevo gobernador, Salomón Jara Cruz, esté consciente de las necesidades en este sector y nombre a la persona indicada, basándose en sus conocimientos y experiencia en el tema, en vez de caer en lo mismo que otros Gobiernos.