Ante la falta de orientación más moderna por parte del gobierno estatal y federal para que los agricultores y campesinos siembren maíz, frijol, habas, chícharos y otros productos básicos en los terrenos de su propiedad, docenas de labriegos siguen utilizando por esta zona baja de la Sierra Mazateca la ancestral costumbre de quemar sus terrenos con la tradicional técnica de “tumba, roza y quema”.
Durante una visita al municipio mazateco de Jalapa de Díaz, el corresponsal observó durante el trayecto que los campesinos han quemado sus lotes con el fin de sembrar en las temporadas que ellos consideran anuales, y al respecto la señora Verónica Hernández declaró brevemente que ninguna autoridad municipal o ejidal les sugiere a los productores usar nuevos mecanismos y así evitar quemar los terrenos.
Agregó que “da lástima cómo la flora y fauna se va extinguiendo cada año, huyendo del lugar los conejos, tepexcuinltles, jabalíes, reptiles y otros animales que ahí tiene su hábitat, por la lumbre que quema los cerros, árboles y otras plantas preciosas”. Aunque no culpó directamente a los agricultores, dijo que parte de la irresponsabilidad es de los gobiernos estatal y federal, por descuidar el campo y a los verdaderos productores de básicos.