Así como tu piel y tu cuerpo se ven afectados con las contingencias ambientales, tu cabello también las sufre. Leíste bien: la contaminación también puede causar daños a tu cabello y cuero cabelludo.
El pelo puede dañarse al estar expuesto a la contaminación volviéndose opaco, con falta de movimiento y difícil de peinar, lo que a su vez, puede generar que se quiebre. Si presentas alguna de las siguientes características te urge un “détox capilar”.
Opaco
El cabello expuesto a las partículas contaminantes presentes en el aire dañan la textura y la calidad de tu cabello, lo que provoca la falta de brillo; además, se verá más delgado.
Reseco
Tenerlo expuesto a la contaminación provoca que pierda su humedad a un ritmo más acelerado. Esto conduce a la deshidratación, lo que eventualmente hace que las hebras se resequen.
Puntas abiertas
Los elementos nocivos y agresivos de la contaminación del aire afectan las hebras de cabello, causando que los extremos se separen. Esta división sube a lo largo y finalmente rompe el cabello.
Más caída de lo normal
Si parece que de repente hay mucho más pelo pegado en tu cepillo, la contaminación puede ser la culpable: tu cabello puede debilitarse, haciéndolo quebradizo y más susceptible a roturas. Siempre cepíllalo desde la parte inferior hacia la superior (primero las puntas y luego, poco a poco, seguir desenredando hasta llegar a la raíz).
Aunque hay diferentes remedios naturales y mascarillas para revitalizar el pelo, la forma más sencilla de hacerlo es con el nuevo Tresemmé Detox Anticontaminación. Su fórmula contiene ingredientes de origen natural, como aguacate, macadamia, aceite de coco y sábila, que ayudan a darle a tu cabello el détox que tanto necesita.