Desde hace 16 años, el municipio de San Mateo del Mar carece de la falta de un gobernante, pero más por el retraso y la marginación.
En esta comunidad Ikoots que se rige por usos y costumbres, muchos de sus gobernantes no han cumplido su mandato de tres años debido a que han sido descubiertos al robar el presupuesto del pueblo para comprar casas, autos y pagos de alcohol y mujeres.
Bernardino Ponce es el último presidente municipal que fue acusado de malversar los recursos del erario durante el 2020, y a la fecha es desconocido por los pobladores.
Actualmente el Palacio Municipal de la cabecera luce abandonado y sólo custodiado por policías municipales.
Cabe destacar que los ingresos del ramo 28 y 33 que suman 80 millones de pesos, no los administra el Ayuntamiento, sino el presidente municipal que aunque fue descocido por el pueblo, sigue manipulando los recursos económicos, hecho que genera inconformidad.
En tanto, el Ayuntamiento sobrevive con las cuotas que aportan las empresas cerveceras y refresqueras, pero es mínimo para poder sostenerse.
Las agencias municipales tampoco reciben sus participaciones, entre ellas: Rancho Pacífico, Cuauhtémoc, Costa Rica, Colonia Juárez, San Pablo, Laguna Santa Cruz y Huazantlán.