Al cumplirse dos meses del terremoto de 8.2 grados que devastó el Istmo de Tehuantepec, los trabajos de reconstrucción avanzan a paso lento.
De acuerdo con datos de las autoridades federales, de las casi 25 mil viviendas que resultaron con daños totales en la región, solo se han demolido alrededor de 12 mil, lo que representa apenas el 50 por ciento.
De los 41 municipios afectados en la región, prácticamente una de cada cuatro casas afectadas por los sismos se encuentra en Juchitán de Zaragoza, donde la inconformidad crece debido a la lentitud de los trabajos de reconstrucción.
Hasta el mes de octubre, en este municipio ya se han demolido poco más de mil 500 casas de las 7 mil 400 que resultaron con daños totales, por lo que se prevé que los trabajos de demolición continúen hasta el mes de diciembre.
De acuerdo con las instancias que se encargan de la demolición, estas labores se han complicado debido que algunas viviendas se encuentran en espacios muy reducidos a diferencia de otras localidades que son casas muy aisladas, en lugares apartados.
Sobre la reconstrucción de escuelas, de los más de mil planteles que sufrieron daños, las autoridades reportaron un avance del 80 por ciento en su reparación y en otras la construcción de aulas provisionales.
Con este avance se contempla que a finales del mes de noviembre se normalice al 100 por ciento las clases en los 41 municipios; sin embargo, existe desconfianza sobre la resistencia de las aulas provisionales.
En ese sentido, el diputado local Carol Antonio Altamirano, quien representa en la 63 Legislatura a la región del Istmo de Tehuantepec, exigió a los gobiernos federal y estatal, establecer medidas urgentes para no poner en riesgo la vida e integridad de las y los niños en las famosas escuelas temporales que sucumbieron ante las fuertes rachas de viento que provoca el fenómeno conocido como evento de norte en la zona.
“No se puede poner en riesgo la vida de los niños, todo por hacer las cosas a la carrera, es evidente que el gobierno no está dando resultados, son errores tras errores que demuestran el nivel de incompetencia de los funcionarios”, apuntó.
En ese sentido, para evitar alguna desgracia, solicitó a las autoridades un informe puntual sobre los costos de estos materiales y del error que provocó que las aulas provisionales colapsaran.