La tradición de muertos ha sido una forma de unir a las familias, de resarcir conflictos y recordar a las personas que no han dejado el cuerpo en este plano terrenal, señaló, José Ángel Ramírez Méndez, cronista en este municipio.
El cronista dijo que a pesar de la modernidad, hay familias en las localidades de Putla que guardan esa forma y tradición de resaltar la plaza, con sus productos o la forma de intercambio y relación de los poblados y su comercio.
Resaltó que Putla es un pueblo joven con más de 200 años de historia, que se ha conformado por la estancia y estadía de los vecinos que viajan o viajaron e hicieron este pueblo y que ha buscado la forma de progresar.
Habló en particular de esta fiesta en honor a los Fieles Difuntos donde subrayó lo que más se ha perdido en esta tradición como el recorrido de la ofrenda a los compañeros donde una persona recorría las casas con sus calzón de manta, cotón, huaraches, sombrero y tenate visitando negocios, puestos, casa para pedir ofrenda para los compañeros, quienes desde el 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre replicaban las campanas a todas horas incluso de madrugada para recibir y despedir a los fieles difuntos.
También dijo que los altares y la comida ha cambiado, Putla es bien conocido por su pan, su mole, el curado, el aguardiente y varios alimentos más que poco a poco se desvanecen.
El mercado se llena de flores de temporada, pero también de mucha fruta, calabaza, naranja, lima, cacahuate y mucho plátano.
Dijo que la nuez era de lo que no podía faltar y que incluso su abundancia era motivo de juego para los niños se correteaban para quitarlas, se hacían cazuelas en la tierra y quien les pegara y sacara más eran para ellos.
En ese marco, el presidente municipal, Manuel Guzmán Carrasco, agregó que se busca junto a las instituciones prohibir el Halloween y resaltar el Día de Muertos, hablar de los altares, los personajes, leyenda y tradición, desde los concursos exposiciones y comparsas que llenan de alegría las calles desde el 29 de octubre hasta el 2 de noviembre.
Apuntó que una tradición fuerte es el 2 de noviembre, donde los niños de primaria y preescolar salen a recoger ofrenda y pasan por el Palacio Municipal donde se tiene el compromiso de dar dulces regionales, pan, fruta y dulces a los niños que lleguen a pedir todos con traje y disfraz de muertos.