En política sólo puede haber mentiras verdaderas o verdaderas mentiras, ambas, son utilizadas siempre como una verdad sospechosa – parafraseando aquella obra literaria del español Juan Ruíz de Alarcón- en donde se regodea la demagogia y la simulación como herramientas para ganarse adeptos o votos.
La ciencia del estado, como se le llegó a llamar a la política, siempre ha estado subordinada a la ciencia general del derecho, sin embargo, desde que aparecieron las ideas de Maquiavelo, en su obra El Príncipe y las de Stefan Zweig con su obra Fouché (Tres Caras), el ejercicio de la política ha creado engendros de la manipulación, del engaño y la simulación.
Nuestra historia, así como la historia del desarrollo de los pueblos en diversas partes del mundo, ha estado enmarcado por múltiples personajes que se han distinguido por sus “malas artes” en el ejercicio de la política. Citar nombres, hoy parecería ocioso, porque tocaríamos perversidades y habilidades de la talla, de Napoleón o Churchill, como las de Goebbels, Luis Echeverría, Carlos Salinas o José Murat, comparaciones irredentas, algunas, pero que explican las diversas tallas de la tergiversación y uso de la política para fines personales.
Así le parecería imposible al senador Salomón Jara, explicar lo inexplicable, aunque se victimizara o pusiera cara de “yo no fui”, ante el contundente documento en donde se le exhibe un pago por 150 mil pesos, de parte del edil de Salina Cruz, Juan Carlos Atecas, por estar de cuerpo presente para dar realce a un evento político en ese municipio.
Al Senador, le pasa lo que aquella fábula de “Pedro y el Lobo”, quien después de tanto engañar y engañar a los pobladores con la alarma de que “ya viene el lobo”, cuando éste en verdad apareció, nadie le creyó y el lobo se comió a sus ovejas.
¿Quién podría creer en la honestidad de Salomón Jara a estas alturas de su carrera política?
Ni porque trate de explicar que todo fue un montaje, o que es “fuego amigo”, su credibilidad como político está en el nivel que el mismo se ha forjado y que generalmente es la tesitura de la mayoría de quienes ejercen la política como sinónimo de poder y enriquecimiento ilícito.
No cabe duda, que el “principio político” de que “un político pobre es un pobre político”, funciona, hasta que la credibilidad se manifiesta como una necesidad para TRASCENDER y ser un político que pase a la historia y no a la historieta en que estamos envueltos hoy en día.
Salomón Jara, ahora es ese niño tratando de explicar su propia mentira, cuando la realidad es contundente…
EXTRACTOS POLÍTICOS:
-EL PRAGMATISMO del presidente Andrés Manuel López Obrador, sigue apuntalando su imagen política… Al menos en Oaxaca, en donde ya ha venido 5 veces en los primeros siete meses de su mandato… El pasado sábado estuvo en Matías Romero y a pesar de que se desarrolló una masacre cerca de ese municipio ( Santo Domingo Petapa), AMLO supo dar esperanza al istmo y a Oaxaca al garantizar que concluirá los 54 hospitales que dejaron inconclusos los gobiernos de Ulises Ruiz y Gabino Cué, además de destacar como el mejor proyecto de su gobierno el Plan para el Desarrollo del Istmo, en donde contempla que su gobierno invertirá más de 8 mil millones de pesos para la construcción del Corredor Transístmico… Sin duda, que de cristalizar AMLO esos temas, más las super carreteras a la Costa y al Istmo, dejará un legado a Oaxaca, que ningún otro presidente ha hecho en por lo menos un siglo…
-VUELVEN LOS HIJOS DE “PAPI” a la función pública, y al parecer la SSPO va a ser refugio de varios de ellos… Por lo pronto, en el área administrativa ya se encuentra Carlos Díaz, hijo del “Yoyo” Díaz Escárraga en su segunda oportunidad, ¿o será la tercera?… También Joaquín Rodríguez Palacios ubica a su vástago en Reinserción Social, en la misma dependencia… ¿Nepotismo político?, quizá, aunque si los jóvenes desarrollan su trabajo con probidad y eficiencia nadie los criticará seguramente…
-LA MASACRE QUE SE DESARROLLÓ en Santo Domingo Petapa, en donde murieron más de siete personas, es una muestra más de la facilidad con que la delincuencia se deja sentir en todos los estratos sociales… Se le ha perdido el miedo a la autoridad, pero, sobre todo, a la legalidad y la justicia… Cualquier pleito callejero, en la actualidad, podría convertirse en masacre…
-Vox clamantis.
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