El movimiento anarquista ha sido mal entendido por sus practicantes, puedo tratar de ser empática y rescatar las ideas que intentan manifestar estos jóvenes, tienen descontento con el gobierno porque han vivido en condiciones de pobreza y sienten que se les han negado oportunidades en la vida, piensan que destruyendo bienes materiales expresan su sentir y las carencias por las que han pasado y culpan al gobierno y al sistema y por eso se vuelven “antisistema”.
Tienen la concepción de que el gobierno no es necesario y por eso no debe existir el orden ni el Estado y que se debe andar libre sin orden político, social y económico, por eso sus vidas las conducen de esa manera, sin orden y con violencia hacia lo que se les ponga enfrente, metiéndose en problemas que la mayoría de las ocasiones los terminan pagando sus familiares.
Pero el movimiento anarquista en su sentido más profundo y filosófico ha tenido exponentes con el nivel del filósofo chino Lao Tsé o el griego Zenón de Citio porque el verdadero movimiento anarquista lo que busca es elevar la conciencia de las personas lo suficiente como para que no sea necesaria la coacción del Estado para regularlos y para aportar como individuos al desarrollo de nuestra sociedad, un ejemplo, no es lo mismo decir no voy a cometer algún delito por miedo a la pena que me imponga el Estado a decir no voy a cometer un delito porque mi conciencia elevada me hace en todo caso sentirme protector de mis semejantes.
Parte del movimiento anarquista se da en Francia desde una filosofía individualista-racionalista esto significa que desde el punto de vista social se enfatiza la dignidad moral del individuo, promoviendo los deseos y objetivos propios desde la independencia y autosuficiencia, es decir con el entendimiento de que el individuo tiene la capacidad de no necesitar de los demás y por lo tanto existe autoabastecimiento pero eso no significa robar o agredir para lograrlo, significa que el estado que se ha alcanzado como individuo es tanto que no depende de los demás para alcanzar la autorrealización.
Entonces los jóvenes anarquistas oaxaqueños no contextualizan las circunstancias y la época que viven y cometen actos vandálicos que bien pueden catalogarse dentro del código penal como delincuencia organizada, porque una cosa es expresarse y manifestarse en un movimiento social que busque el bienestar social y otra muy diferente causar problemas y daños que se terminan pagando con los impuestos de la gente contribuyente.
Es fácil destruir propiedades, romper vidrios, hacer pintas, entrar a robar en tiendas y quemar objetos, siempre será el camino fácil que los jóvenes decidan tomar si no hacen conciencia que el camino “difícil” es el correcto, el camino del estudio, de la preparación, del trabajo personal en el desarrollo de las virtudes, del trabajo que aporte aunque sea un poquito a la sociedad, el cultivar las bellas artes, el deporte, la ciencia y la tecnología.
Es verdad que en un país como en el que vivimos y en un estado como el de Oaxaca las oportunidades se cierran para los jóvenes pero somos los mismos jóvenes quienes debemos abrir esas oportunidades con un cam bio de pensamiento que se conduzca con la razón y hacia la razón y también con el trabajo digno, porque a final de cuentas el verdadero movimiento anarquista es eso, la autorrealización a través de la razón.
Es cierto que lo difícil en el desarrollo de las sociedades es llevar lo ideológico a la práctica y por eso mismo debemos ver qué ideas son las que pretendemos materializar, por eso debemos ser virtuosos, progresistas, humanitarios y pacíficos, para entregarle eso a la sociedad, que no se nos olvide que violencia, malestar, descontento, agresividad y odio es lo que más pulula y lo que menos necesitamos.