La última visita del Presidente Andrés Manuel López Obrador a Oaxaca llenó de esperanzas a los oaxaqueños, ante el anuncio que concluirá la súper carretera a la costa oaxaqueña en el 2022, así como, una millonaria inversión en la refinería “Antonio Dovalí Jaime” en Salina Cruz, hoy convertida en una bomba de tiempo si no se repara y moderniza en breve y, por último, la conclusión del proyecto transístmico que conectará a los dos océanos, haciendo realidad el sueño de Porfirio Díaz.
Sin estas obras, el futuro de los oaxaqueños será incierto, pues Oaxaca es un pordiosero del presupuesto federal, y lo hemos dicho muchas veces, solos producimos problemas y Oaxaca nunca saldrá de su subdesarrollo social, económico y cultural sin el apoyo de la Federación, pues carecemos de industrias. Por ello, entendemos la postura del Gobernador Alejandro Murat Hinojosa, que se ha aliado con el Presidente López Obrador, y ha convocado a una unidad nacional, pues quiérase o no, ningún gobierno de la federación mexicana podrá subsistir sin el apoyo del gobierno de la República.
Tenemos que reconocer que la construcción de las autopistas avanzan con la lentitud de una tortuga, y la SCT anunció que para el año 2022 solo se terminará el tramo Mitla-Tehuantepec, con el financiamiento del grupo CARSO de Carlos Slim, pues tiene otros compromisos prioritarios con AMLO, y los oaxaqueños tendremos que esperar. La autopista a la Costa se puede concluir en 10 meses, ya que puede quedar sin problemas con recursos de BANOBRAS, pues el fideicomiso que está financiando dicha obra tiene suficientes recursos, pero los está canalizando para los caprichos presidenciales, como es la refinería de Dos Bocas y el famoso Tren Maya.
En toda la Costa existe regocijo pues ya se puede circular, actualmente, a toda velocidad de Pochutla a Puerto Escondido en 4 lujosos carriles. Las esperanzas no solo de los costeños, sino de todo Oaxaca, están cifradas en las promesas presidenciales que, de no cumplirse, darán al traste con nuestra economía y la desesperanza y la pobreza harán presa del oaxaqueño.