Uno a uno han ido cayendo, irremediablemente, los establecimientos tradicionales de la ciudad que han marcado época en el ánimo de las y los oaxaqueños. Poco a poco hemos sido testigos del traslado de la céntrica zona comercial hacia diversos puntos de la ciudad y el abandono del Centro Histórico hacia la colonia Reforma, la mole fría de Plaza Oaxaca, la endeble Macroplaza o la Plaza “Bella”; la “modernidad”, las trasnacionales y la competencia feroz han devorado a los negocios tradicionales, se mata la historia a cambio del dinero. Todo ello aderezado por marchas, bloqueos, protestas, plantones, que convirtieron en prohibitivo “ir al centro”.
Uno de esos establecimientos esta semana bajó la cortina. “Exclusivas Mario” ¿Cuántos oaxaqueños no compramos ahí el tacuche para buscar chamba? Con qué paciencia los encargados mostraban corbatas, calcetines para que fuera mejor nuestra elección ¡Date una vuelta al Exclusivas Mario, seguro ahí encuentras la camisa o el traje para casarte! Nos aconsejaron los amigos al saber de la trascendental fecha.
Recuperemos un pequeño texto al respecto escrito por Carlos Cervantes.
Con nostalgia nos enteramos de que la famosa tienda de ropa para caballeros Exclusivas Mario que se encontraba en la primera cuadra de Guerrero bajó sus cortinas definitivamente, dejando detrás muchos años de trabajo y cantidad de amistades, ya que los hermanos, Mario y Manolo Rodríguez, con su simpatía personal, lograron hacerse amigos de los oaxaqueños. Ellos llegaron de la Península Española, trabajaron desde abajo y lograron, con los años, levantar una serie de negocios, puesto que eran trabajadores sin descanso. Mucho sentimos la desaparición de la tienda que fue el inicio de los demás negocios.
Conocimos a los hermanos Rodríguez allá por la década de los sesentas, cuando comprar en Exclusivas Mario era sinónimo de cierta categoría, ya que vendían la ropa de mejor calidad en el mercado y tenían un sistema de crédito que para entonces resultaba novedoso:
Quien comprara a crédito tenía un plazo de tres meses para pagar, pero en el transcurso de esos tres meses, podía ir dejando abonos, de tal manera que, al vencer el plazo, hacía efectivo el resto, lo cual resultaba nada oneroso.
Cuando Manolo Rodríguez se dedicó a la atención de los otros negocios, se quedó al frente de la tienda de ropa su hermano Mario, quien personalmente atendía y autorizaba los créditos. A la tienda llegaban personas de nuestro medio, de tal manera que diario había una tertulia y era ahí donde se daban cita las primeras noticias de cualquier acontecimiento. Era en Exclusivas Mario, donde uno podía enterarse de todo, y especialmente de los acontecimientos del día.
Mario Rodríguez durante varios años se encargó de financiar el mantenimiento del reloj de Catedral, fue una de sus obras filantrópicas. Falleció hace pocos años y entonces el negocio pasó a manos de uno de sus hijos pero ya no fue lo mismo.
“Hoy ha cerrado sus puertas, o bajado las cortinas definitivamente. Mucho contribuyó al deterioro económico del negocio el hecho de que la gente poco gusta de ir al centro de la ciudad, por el lamentable aspecto que presenta especialmente el zócalo y el mismo palacio de gobierno”.
Hoy, en la emblemática construcción que ocupó por más de 40 años un letrero, una cartulina con un “se renta” puso punto final a Exclusivas Mario.
Y con ello se va un pedazo de la historia de Oaxaca.
La basura pasa por el Congreso
El congreso de Oaxaca “exhortó” a presidentes municipales de la zona metropolitana de Oaxaca a llevar a cabo una amplia campaña para la separación de desechos sólidos en la capital, lo cual es muy loable, pero solo una parte de la solución. Son necesarias acciones más efectivas, contundentes, para evitar la crisis sanitaria que se avecina con el cierre del tiradero de Zaachila.
Son crecientes las voces de ambientalistas quienes señalan que la solución no es abrir otro vertedero, sino proyectar, planear y ejecutar acciones novedosas para el manejo de desechos que podría poner a Oaxaca a la vanguardia en el país. Comprar un terreno y colocar ahí la basura solo trasladará el problema y creará otro a mediano plazo. O surgirán múltiples tiraderos clandestinos por aquí o por allá.
El Congreso del Estado cuenta y paga, y muy bien a “asesores”, muchos de ellos solo carga portafolios de los legisladores; busquemos a quienes en verdad saben y, señores y señoras diputadas, liberen recursos para ejecución de las tareas que son, como ustedes señalan, “de urgente resolución”.
No es con “exhortos” llamados, iniciativas como esto tendrá solución.
El problema de la basura pasa por el Congreso, sin duda.