Lo ocurrido en Coahuila, pinta de cuerpo entero lo que es Benjamín Robles Montoya “El Cara Sucia”.
A unos días de que se realicen las elecciones para elegir a gobernador en esa entidad norteña, el Partido del Trabajo dio a conocer, de manera sorpresiva, que irá con Morena, lo que se traduce en el apoyo al candidato guinda, Armando Guadiana, y una abierta traición a Ricardo Mejía Berdeja, quien se ha quedado solo.
Y quien amarró todo, fue Robles Montoya. Él mismo leyó el pronunciamiento del PT, respecto a esta medida:
“La dirección nacional del PT acordó ir en unidad y así garantizar la continuidad y consolidación de la Cuarta Transformación en 2024″, dijo el legislador de forma oportunista, “por eso hemos decidido dar nuestro apoyo al candidato de Morena en Coahuila”, sentenció.
“Estamos convencidos que hoy más que nunca se requiere conjugar esfuerzos para continuar el cambio profundo iniciado en 2018 con nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador y con ello transitar necesariamente por la unidad de las fuerzas de izquierda en cada rincón del país”, reiteró Robles Montoya.
Días antes, Benjamín había declarado ante los medios que el PT ganaría la gubernatura de Coahuila y que la dirigencia se atrincheraría para defender esa victoria. Sin embargo, esas palabras se las llevó el viento; ahora su discurso era distinto: el de la traición.
Es más, uno de sus achichincles, Dante Montaño, expresidente municipal de Santa Lucía, en un tuit, el 24 de mayo pasado, posteó en redes sociales: “Con el Tigre de Coahuila, Ricardo Mejía Berdeja y la compañía oaxaqueña encabezada por Noé Doroteo, José Miguel Antonio Luna, Eric Meza Alonso, venimos a arropar a nuestro paisano el tigre oaxaqueño Benjamín Robles, quien está haciendo aquí una extraordinaria tarea #coahuilamerecemas”. Por supuesto, ya nada escribió de la traición.
Robles Montoya tiene un pasado bastante oscuro. Militante del Partido Revolucionario Institucional en su natal Michoacán, fue funcionario en el gobierno de Tinoco Rubí en donde se caracterizó por espiar y perseguir periodistas, así como a defensores de los Derechos Humanos. Ahí la clase política lo bautizó como “El Cara Sucia”.
Llegó a Oaxaca con el equipo de Gabino Cué Monteagudo de quien fue su operador político. Ya gobernador el primero, lo traicionó como traicionó a Jesús Martínez Álvarez a quien le puso piedras en el camino cuando fue secretario de Gobierno con el propio Cué.
Fueron los que le tendieron la mano y de quienes hablaba mal. A Gabino no lo bajaba de ebrio consuetudinario.
En el 2016 se registró como precandidato del Partido Revolucionario Institucional al gobierno del estado de Oaxaca. En esa ocasión, se decía oriundo de Matías Romero, lo cual era y es falso.
Al inconformarse por los resultados de una elección interna, Robles Montoya abandonó el PRD y con la ayuda de José Murat se hizo de la candidatura del Partido del Trabajo, pero fue al fracaso al quedar en cuarto lugar de la votación.
En las recientes elecciones a gobernador del estado, en el 2022, Robles ya se sentía candidato y gobernador del estado por el partido Morena, pero el candidato no fue él, sino Salomón Jara Cruz. Desde entonces, las relaciones no han marchado bien con la nueva administración estatal.
La tirada del PT en Coahuila de ir en esta elección de la mano de Morena no es más que una jugada de Robles Montoya por quedar bien con el partido del presidente López Obrador, luego que en Oaxaca haya sembrado el divisionismo al expulsar de sus filas a Lenin López Nelio.
Es de recordarse que el pasado 19 de febrero de 2023, el delegado estatal del PT, Robles Montoya, dio a conocer que el coordinador estatal Territorial del PT en Oaxaca, Lenin López Nelio, había sido expulsado de esa organización política, por lo cual se le cancelaba su afiliación y militancia.
En esa ocasión, en conferencia de prensa, comentó que algunos integrantes de los órganos directivos locales, es decir, de la Comisión Ejecutiva Estatal y de la Coordinadora Estatal, presentaron una queja en contra del primo del actual Secretario de Gobierno (Jesús Romero López) “por haber declarado situaciones alejadas de la realidad y que pretendieron dañar al partido”.
“Lo digo en esos términos para dejar claro de dónde viene una andanada que pretende poner piedras a nuestro partido político. No admitimos que manos que no son del PT busquen con recursos públicos tratar de provocar una división, porque sabemos de dónde viene todo”, expresó. La pedrada iba dirigida a Salomón Jara.
El rompimiento es obvio. Por ello, a Robles le interesaba congraciarse con Morena y aprovechó esta excelente oportunidad, traicionando a Ricardo Mejía Berdeja.
Benjamín Robles, no quita el dedo del renglón y añora gobernar Oaxaca, sabedor que en esta entidad ha hecho carrera política y le ha dado lo que no hubiera logrado en Michoacán. Sabe también que en Oaxaca, tiene su coto de poder y ha hecho de varios municipios su caja chica, por lo tanto, nada le impide aspirar a la gubernatura.
Por cierto, el expresidente municipal de Santa Lucía del Camino, Dante Montaño, qué hace en Coahuila? Es regidor de ese ayuntamiento, por lo tanto, ¿no debe estar trabajando en beneficio de la comuna? ¿Qué dirá al respecto el presidente municipal, Juan Carlos García Márquez? ¿No habrá orden en ese Cabildo?