Tras dos años de ausencia por la pandemia, una marea roja y blanca de fiesteros invadió este miércoles el centro de la ciudad española de Pamplona para celebrar el esperado regreso de las fiestas de San Fermín, mundialmente conocidas por sus encierros de toros.
El tradicional “chupinazo”, el potente petardo lanzado desde el balcón del Ayuntamiento sobre una plaza repleta de gente, marcó al mediodía local el inicio oficial de los nueve días de fiesta.
Miles de asistentes llegados de todo el mundo, la mayoría, como es tradición, vestidos totalmente de blanco y con un pañuelo rojo, ¡respondieron con el grito de “Viva San Fermín!” y lanzándose vino.
La fina lluvia que caía no bajó intensidad a los vítores de la multitud, que agitaba sus pañuelos rojos al aire ante la divertida mirada de los abarrotados balcones cercanos.
Mundialmente famosas desde que Ernest Hemingway las inmortalizara en su novela “Fiesta” (“The Sun Also Rises”, 1926), los últimos San Fermines se celebraron en 2019.