En medio del registro de un nuevo nombre por parte del gobierno estatal y de la controversia por el concurso para el logotipo del naciente Museo de Arte Contemporáneo y de las Culturas Oaxaqueñas (MACCO), ex empleados del Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO) denunciaron públicamente a la Secretaría de las Culturas y Artes (Seculta) por aplicar un “borrón radical” al museo que abrió en 1992 en la ciudad de Oaxaca.
También acusaron a la asociación civil Amigos del MACO, su ex patrón, por dar el golpe mortal a esta iniciativa de un grupo de artistas liderados por el fallecido Francisco Toledo, pero que en los últimos años atravesó problemas.
Desde 2020, con la pandemia de Covid-19 y la falta de pago a sus trabajadores, el museo fue en decadencia pese a los intentos de estos por mantenerlo. Finalmente, el 10 de abril de 2021, Amigos y la Policía Auxiliar Bancaria, Industrial y Comercial (PABIC) desalojaron a uno de los empleados que permanecía en guardia y con ello también dejaron fuera al resto.
Actualmente, de los casi 20 empleados que exigían sus salarios, 11 mantienen una demanda laboral y cuyo adeudo de sueldos y salarios caídos estiman en casi 2 millones de pesos. Aunado a esto, siguen sin recuperar sus pertenencias ni obtener justicia por las agresiones a pesar de las denuncias ante la Fiscalía General del Estado.
En un mundo perfecto, una secretaría de cultura o una entidad encargada de la cultura debería tener respeto sobre todo a instituciones que han forjado, que han hecho una labor importante, como lo fue el MACO, entorno no solamente al arte contemporáneo sino a la cultura en general. El MACO fue un parte aguas en muchos aspectos para propiciar inquietud en los discursos del arte contemporáneo y temas sociales”, refirió Cecilia, ex directora y una de las demandantes.
El 28 de junio de 2023, la Consejería Jurídica del gobierno estatal notificó a Amigos del MACO sobre la rescisión del contrato de comodato del inmueble público de la calle Macedonio Alcalá (en que operó el museo). En todo momento, el estado se refirió a este proceso como la “recuperación” del MACO, que de estar en manos de la asociación civil pasaría a la administración pública. El 23 de mayo, casi un año después, la Consejería le entregó el todavía nombrado MACO a la Seculta para su operación.
Sin embargo, con el trámite para el registro de la nueva marca del Museo de Arte Contemporáneo y de las Culturas Oaxaqueñas (MACCO), quedó extinto el otrora MACO.
El Gobierno del Estado retoma el MACO, pensamos en su momento que era para bien, que el museo iba a sobrevivir, que se le daría recursos, fuerza. Y lo que vemos es la creación de algo que no sabemos qué es”, cuestionaron. Además de considerar que el titular de la Seculta, Víctor Cata, solamente los utilizó para obtener más información del museo.
Con una ofrenda floral y una conferencia de prensa a la que también llegaron varios policías estatales y funcionarios de la Secretaría de Gobierno para observar y reportar el hecho, ex empleados como Cecilia Mingüer, Laura Cravioto y Óscar Aragón también señalaron a la dependencia de fincar el nuevo museo en la violencia y la falta de transparencia. Esto al recordar que en 2020 y 2021 colaboró con Amigos del MACO para desalojarlos del recinto e incluso ser partícipe de las agresiones en su contra.
Asimismo, pusieron en duda si la nueva marca y logo son porque la asociación civil Amigos del MACO, presidida por Rubén Leyva, se está aferrando al nombre (registrado por Amigos en 2004 para evitar que la ahora Zona MACO lo usara). Asimismo, por la imagen, esta última donada en 1992 por el artista Vicente Rojo para el museo, y que se cambiará por un nuevo logotipo, de cuya elección el certamen sigue en controversia.
Las y los ex empleados consideraron que la Seculta debió negociar con Leyva, ya que los derechos del nombre e imagen del museo concluyen en este año.