El artista y activista Francisco Toledo falleció hace poco más de un mes. Sin embargo, la vida y el legado del autor juchiteco se mantienen en la memoria colectiva de quienes lo conocieron o trabajaron con él, como también sigue a través de las instituciones e iniciativas que impulsó y creó. Pero junto a esto, su legado inspira a autores como Noel Gómez Lorenzo, quien lo ha hecho protagonista del mural que inauguró este domingo en la Villa de Etla.
El autor nacido en San Juan Colorado (1982), en la región Costa de Oaxaca, ha recreado a Francisco Toledo en una de las piezas que por estas fechas se acostumbra realizar en el valle eteco y otras partes del estado.
Gómez Lorenz, quien ha incursionado en la pintura y el arte sacro, comparte un retrato de Toledo, acompañado de una catrina, un catrín, mazorcas y un perro xoloitzcuintle, entre otros personajes.
Canoso, con la mitad del rostro que le representa en vida y en muerte (a manera de esqueleto), Toledo parece rodearse de varios elementos claves en su vida. Las mazorcas recuerdan una de sus tantas luchas, la de la soberanía alimentaria y en contra del maíz transgénico. En tanto el can le acompaña no solo como el ser al que se atribuye el acompañamiento en el camino al “más allá”, sino la compañía de la que siempre gustó en vida.
El mural fue presentado este domingo en la Villa de Etla, comunidad de los Valles Centrales de Oaxaca.
Antes de este, Noel Gómez Lorenzo ha creado piezas varias, en la pintura en lienzos o sobre las paredes de las parroquias. Su trabajo le ha dado reconocimiento en el ámbito cultural. Además de presentar su obra en muestras colectivas en la Casa de la Cultura Oaxaqueña y el Taller de Artes Plásticas Rufino Tamayo.