Para Natalia Toledo Paz la diversidad cultural y lingüística de México, que se observa en 68 idiomas nacionales aparte del español, “ha sido vista como un obstáculo para el desarrollo del país”. Y a este, se suma la división creada entre la oralidad y la escritura.
Como si se tratara de una línea imaginaria, la subsecretaria de Diversidad Cultural de la Secretaría de Cultura dice que se ha colocado “a la escritura más próxima a la ciencia, a la educación, a la cultura propia de pueblos civilizados”. Y en el otro lado, a la oralidad se le “ha relacionado más con el analfabetismo, la ignorancia, el atraso y el subdesarrollo típico de los pueblos sin cultura que viven en la pobreza, a los que no les ha llegado aún la luz de las letras”.
Pero ambos componentes son necesarios cuando se trata de revitalizar a las lenguas originarias del país, refiere la funcionaria. Desde esa mirada percibe en los libros un apoyo para el respeto a la diversidad lingüística del país.
Toledo Paz señala que se emprenderán proyectos con escuelas de nivel básico, a través de la Secretaría de Educación Pública (SEP), y con la Red Nacional de Bibliotecas Públicas.
Con el titular de la SEP, Esteban Moctezuma, dice que habrá un proyecto enfocado en “sembrar desde abajo” las lenguas originarias. “Para que los niños puedan aprender su lengua, vivir en ella, estar en su territorio. Solo así se van a fortalecer las lenguas”, asegura la también poeta que aunque reconoce varios esfuerzos, destaca la necesidad de tener hablantes de tales lenguas. “De lo que ya no podemos nombrar es de hablantes. Ya no hay. Las generaciones que me siguen son hablantes pasivos (de una lengua originaria de México): entienden, pero no hablan”.
Aunque tampoco se trata de “hablar por hablar”, ahonda Toledo, sino de comprender que un idioma encierra un mundo y que es necesario enseñar este. Y ahí el apoyo con la escritura.
“Necesitamos generar libros, materiales didácticos”. También trabajar con “escritores contemporáneos porque hablan desde una mirada actual, pero saben de su pasado, se han enriquecido de la oralidad de sus abuelas, de sus abuelos, de sus pueblos.
Tienen los dos conocimientos”, apunta quien incluso descarta que de lenguas con alto riesgo de extinción como el ixcateco, de Oaxaca, solo queden testigos.
Natalia Toledo asegura que desde la Secretaría de Cultura se está trabajando por las lenguas originarias y que entre otros proyectos están el de dotación de acervos en lenguas originarias para las más de 7 bibliotecas de la red nacional.
Y como este, algunas publicaciones como la antología poética ilustrada por Francisco Toledo, en la que se reunirán textos de más de una veintena de autores.