1. Balún Canán, de Rosario Castellanos
Este libro fue publicado en 1957. Este libro es un retrato fantástico y místico sobre una niña en medio de dos mundos opuestos: el de los indios, con el que simpatizaba, y el de los blancos, al que pertenecía. La obra, en su momento, fue catalogada de indigenista y feminista, pero ella aclaró que no pertenecía a ninguna, pues para ella, los indígenas no eran exóticos, poéticos o misteriosos, pero sí vivían en una miseria atroz.
2. Como agua para chocolate, de Laura Esquivel
La escritora mexicana usa el realismo mágico como uno de los elementos característicos de su novela, la cual se convirtió en un verdadero bestseller en los años 80 y 90, incluso se adaptó para cine. En sus páginas, destaca la cocina mexicana como un mecanismo para reflejar las emociones y sentimientos de los protagonistas. Narra la relación sentimental entre Tita y Pedro Múzquiz, así como las dificultades que tienen que sortear para consolidar su relación.
3. Los recuerdos del porvenir, de Elena Garro
Las calles empedradas y abrasivas de Ixtepec, un pueblo sureño de localización indeterminada, son icónicas. La sola mención del nombre evoca a personajes inmortales como Francisco Rosas, Julia Andrade o Isabel Moncada en la mente de sus lectores. Ixtepec narra, con cierta melancolía, las vicisitudes de sus pobladores a través de un convulso México post-revolucionario. Los romances del general Rosas, militar déspota que se ha apropiado del pueblo, son la constante en la vida de los vecinos.