Instrumentación: El Primer Concierto de Brandenburgo lleva como solistas a dos cornos (que en la partitura original están designados como corni da caccia, es decir, cornos de caza), tres oboes, fagot y violín piccolo, cuya parte suele ser tocada hoy con un violín convencional.
El primer movimiento del concierto se caracteriza por el empleo claramente antifonal del concertino frente al ripieno, y en el tercer movimiento, la teoría musicológica que indica que el concerto grosso dio origen al concierto solista, cobra valor y actualidad al llevar el violín una parte solista de singular importancia.
Es el único que consta de cuatro movimientos. Allegro,
Adagio, Allegro, Menuetto – Trio – Menuetto – Polacca – Menuetto – Trio – Menuetto, Los tres primeros siguen la estructura tradicional italiana (Allegro-Adagio-Allegro). El cuarto es un extenso Menuetto de inspiración francesa, con tres tríos.
Pocos casos existen en la historia de la música en los que es posible determinar con alguna certeza la paternidad de una forma musical. ¿Quién compuso la primera sinfonía? ¿Quién escribió la primera cantata? ¿De quién es el primer poema sinfónico? La respuesta a estas preguntas, y a otras similares, suele ser objeto de controversia entre críticos y musicólogos, y, sin embargo, existe una forma musical, el concerto grosso, cuya paternidad es atribuida casi unánimemente al compositor italiano Arcangelo Corelli (1653-1713).
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El Concierto de Brandemburgo nº 1 de Johann Sebastian Bach es la primera obra de un conjunto de seis de las obras instrumentales más conocidas de la primera mitad del siglo XVIII. Bach compuso los seis Conciertos de Brandemburgo mientras trabajaba para el Príncipe de Anhalt-Cöthen. Fueron dedicados al Margrave de Brandemburgo, otro príncipe alemán que Bach había conocido durante un viaje que el compositor hizo a Berlín en 1719 para comprar un clavicordio para la corte de Cöthen.
En el movimiento de apertura, Bach trata los diferentes instrumentos solistas de forma antifonal, con diferentes instrumentos que suenan en contra o en combinación con otros. El primer movimiento del concierto se caracteriza por el empleo claramente antifonal del concertino frente al ripieno. El segundo movimiento, de carácter lento, comienza con un oboe que “da vueltas”, a la manera típica del Barroco, a una melodía que parece interminable. Esta melodía es repetida y elaborada por los distintos solistas antes de que una serie de notas descarnadas que parecen quedar suspendidas en el aire sean interpretadas por distintas voces orquestales para dar paso al tercer movimiento.
En el tercer movimiento, la teoría musical cobra valor y actualidad al llevar el violín una parte solista de singular importancia, este tercer movimiento Allegro, similar en sus líneas, al final de un concierto al estilo de Vivaldi, es rápido y presenta un destacado solo de violín, con los demás instrumentos solistas aquí interpolados en la textura orquestal. Bach utiliza el minueto de apertura para enmarcar una serie de tríos, el primero para oboes y fagot solamente, el segundo una Polacca (una danza procesional de parejas de origen polaco de ritmo moderado) para cuerdas apagadas, el tercero un interludio festivo para oboes y trompas.
Es precisamente este cuarto movimiento el más sorprendente y original de la partitura, todo un dechado de invención instrumental, por ejemplo, en el último trío, en el que parecen resonar en las trompas los ecos de una cacería.
La liga: https://youtu.be/NpvkmQCMM4k?si=anfoqzJNz7yXeNY7
Espero lo disfrutes.
MTRO. MARIO L. PALACIOS C./Recopilador
Corresponsalía Ingeniero Alberto Bustamante Vasconcelos