Gustavo Díaz Ordaz, hijo de Ramón Díaz Ordaz y Sabina Bolaños Cacho, nació en Tlacolula, Oaxaca, en marzo de 1908. Era descendiente del diputado y gobernador liberal José María Díaz Ordaz, declarado en 1860 “Benemérito del estado y mártir de la libertad”. Entre sus antepasados se contaba incluso el cronista colonial Bernal Díaz del Castillo. Por el ilustre linaje de este hombre, no cabía imaginar la fama con que ha pasado a la historia: la infame represión estudiantil que dictó desde la Presidencia de la República que culminó con la matanza del 2 de octubre de 1968.
A principios de la década de 1930, la familia Díaz Bolaños se trasladó a la ciudad de Puebla, pues los terremotos de 1928 y 1929 habían dejado muy maltrechos pueblos y ciudades de los Valles Centrales de Oaxaca. Gustavo terminó sus estudios de leyes en la ciudad de Puebla con el apoyo de su amigo Guillermo Borja quien le prestaba libros y lo apoyaba en otros aspectos, al igual que su padre, el respetado y rico abogado Ángel Borja Soriano. Gustavo se relacionó con la hija de éste, Guadalupe, en sus frecuentes visitas a la casa de los Borja. Guadalupe se sintió atraída por la seriedad y formalidad del amigo de su hermano, quien terminó su carrera muy bien calificado, a pesar de que debió trabajar para sostener sus estudios. Díaz Ordaz se recibió de abogado en marzo de 1937. Al poco tiempo se casó con Lupita Borja en la parroquia de San Cristóbal de la ciudad de Puebla. Al año siguiente, Maximino Ávila Camacho lo nombró presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje de esa urbe. Así comenzó la carrera burocrática y política del individuo nacido en Tlacolula.
Durante la campaña de Ávila Camacho, Díaz Ordaz lució sus dotes de orador, pues tenía una voz sonora y bien educada. Llegó a ser rector de la Universidad de Puebla, presidente del Tribunal de Justicia del estado y secretario de Gobierno con Gonzalo Bautista. En 1942 se convirtió en diputado federal y, tres años después, fue senador por Puebla. Conoció a Adolfo López Mateos en la Cámara Alta e hicieron buen equipo de trabajo. Ambos eran el enlace entre el presidente Alemán y los senadores. Viajaron juntos a Lima, Buenos Aires y San Francisco por actividades relacionadas con su representación legislativa.
Continuará…
Alicia Aguilar Castro
Corresponsalía Oaxaca, ingeniero Alberto Bustamante Vasconcelos